CAP 2

2456 Palabras
CAP 2 No era una mala idea, tal vez un poco pervertida, pero era algo inofensivo. No imagino que algo podía salir mal, la volvería a tener entre sus brazos y eso era suficiente para suponer que todo saldría de maravilla. Mateo saca su celular para enviarle un mensaje a su amada prima. — “Hola bombón” —Le escribió, le dio enviar al mensaje y espero a que contestara, al pasar unos minutos y ver que solo lo ha dejado en visto, va al grano. —“recuerdas que hace unos días deseabas que te dieran una follada, tengo al chico indicado”. Al leer ese mensaje Isa contesta al instante — “¿De qué hablas?” —Isa recordó la conversación, que tuvo con su primo cuando la visitó, en ese momento ella se encontraba un poco excitada su frase no ere cierta, bueno una parte de ella si lo deseaba, esa parte pervertida fuera de las creencias. Sin embargo, se encontraba la parte buena la que estaba de acuerdo en lo que sus padres le inculcaron. — “¿Quién?” — pregunto con curiosidad. Isa no había sido una buena prima, mucho menos una buena amiga en los últimos días, lo había ignorado, lo había tratado mal. Mateo decidió que sería bueno que ella recibiera un poco de su propia medicina. Decidió ignorar el mensaje, con una sonrisa triunfante. —“Ahora me ignoras! —Le escribió ella, Mateo guardo el celular sintiéndose un poco vengativo. ¿Qué podía salir mal? ¿A caso era un mal plan? Se pregunto repasando todo en su mente. El plan ya estaba en marcha, Isa mordió el anzuelo y él estaba seguro de que pronto la tendría en sus redes. El sonido de un celular lo saco de su ensoñamiento, creyó que era el suyo hasta que vio a Ben contestar. Benjamín se puso de pie al ver el nombre en la pantalla, se dirigió hacia la cocina para tener más privacidad, además de que la película estaba con volumen alto y no dejaba escuchar. —“¿Vale?” —contesta con una sonrisa de oreja a oreja. —“¿A qué se debe tu llamada?” Del otro lado de la línea la voz dulce de una mujer contestó. — “Ben, hace cuánto tiempo que no te veo. ¿Te has olvidado de mí? Ni una llamada, ni un solo mensaje. — Habla sin tomar aire. —Y eso que decías ser mi mejor amigo, mi primo, mi hermano. — Hablo con el tono a reproche. Ben comienza a reír por la actitud de su querida Vale — Hay mi Vale no cambias. —Mateo entro a la cocina por aperitivos y escucho a Ben. —Sé que ha pasado mucho tiempo, pero sabes la razón por la que emprendí este viaje. —Ben deja de sonreír y su mirada se volvió triste, pero había algo más en ella, estaba molesto, su mirada se volvió la de alguien con mucho ira y dolor. —“Lo sé no tienes por qué decírmelo ¿dónde estás? Quiero verte” — Ben se queda pensando por un rato, no quería que su familia conociera su paradero. — “mándame la dirección iré a verte” —Vale al ver que su primo no contesta a su pregunta a su insistencia de saber dónde se encuentra, sigue hablando — “No te preocupes mi tío no saben que me estoy comunicando contigo”. ¿A que le tenía miedo? ¿Por qué huía? Ben se preguntaba que debía hacer, si confiar en su prima y enviar su ubicación o ignorarla ya que podía ser un plan de su padre. Hace tiempo que no la veía y deseaba tener a una persona que conocía todo de su vida, alguien a la que no le guardaba ningún secreto. —Está bien te la enviaré Vale —su voz sonó algo inseguro, dudaba si de verdad Valentina solo quería verlo. —“Ben sabes que eres cómo mi hermano, nunca te traicionaría en verdad solo quiero verte, esperaré la dirección” —con esas palabras Ben se relaja un poco —“nos estamos comunicando te quiero mucho”. Sin nada más que decir los dos terminan la llamada. Con esos pensamientos regreso a la sala, al final no vio la película ni termino de leer su libro y no le interesaba mucho, había cosas más importantes de la cual debía de preocuparse. Mateo apago la tele ya que esta había finalizado. Los dos chicos comenzaron a preparar el almuerzo platicando de los que les gustaba hacer, conociéndose mejor. Benjamín estaría un tiempo en esa casa, no conocía del todo a la familia, aunque intuía que eran muy buenas. Por otro lado, Isa se preguntó si el mensaje de su primo era cierto o simplemente un chiste de mal gusto. ¿De quién hablaría su primo? ¿Sería ella capaz? Esos eran sus pensamientos, sacudió la cabeza, siguiendo en sus clases, tratando de concentrarse. Con el mensaje de su primo era imposible volver a poner atención a cada palabra que decía la maestra o sus compañeros. Ella se perdía en sus pensamientos queriendo saber quién era el chico. “En la noche hablaré con él” Con ese pensamiento trato de hacer el esfuerzo para concentrase y al final de unas horas lo logró, pero para eso ya era tarde, ella estaba en casa leyendo su novela erótica. Disfrutando de cada palabra soñando ser la protagonista, armó todo un escenario, se sentó en primera fila con sus palomitas, hot dog y su refresco. —Isa, vamos princesa deja ya ese celular que te quedarás ciega —Habló su padre —ve ayuda a tu madre a preparar la cena. —muy a su pesar Isa se levanta de la hamaca y salió hacia la cocina ayudar a su madre. —¿Por qué no me hiciste hombre? —lloro ella con lágrimas de cocodrilo haciendo un puchero. —¿Por qué buscaban la niña? —Pregunto a su madre. —Si hubieras nacido hombre serias gay — Carlos su primo de 25 interrumpió — eres demasiado femenina. —Todos asintieron mirando su vestimenta. Como única mujer, era la más mimada, pero también la más trabajadora en los que haceres de la casa. Desde pequeña todos se emocionaban al ver a la única niña, la vestían a la moda. Por supuesto que era la moda de la época. Su madre estaba más que feliz de comprarle vestidos, vinchas, colas y tantas cositas que las niñas pueden encontrar como faldas, shorts, licras ufff "una mujer lo tiene todo”, La esposa de uno de sus primos ama la costura y crea todo tipo de vestimenta, claro Isa es su modelo por tener unas curvas bien pronunciadas. Además de estar a la moda, usaba estilos únicos. —Oh tal vez sería bisexual — hablo Diego su hermano de 19 metiéndose en la conversación sin ser llamado, un mal habitó de su parte. —Dios dame paciencia, porque si me das fuerza los mató — Ignorando a su primo y a su hermano, Isa llega a la cocina para poder ayudar a su madre. Amaba a cada uno con todo y sus defectos, simplemente a veces quería enterrarlos vivos. —¿Qué no te cansas de leer? —pregunta su madre como cada noche —deberías de salir como todos los de tu edad, siempre estas acostada en esa hamaca todas las tardes ¿qué no te duele la espalda? —¿En serio mamá? —Isa frunce el ceño sorprendida, “en verdad mamá dijo eso” Pensó incrédula. —Salir, ¿acaso me dan permiso de salir? — Una reacción así de su parte es compresible, si sale siempre tiene que ser con algún primo o uno de sus hermanos, siempre un familiar. —Al único lugar que puedo salir “sola” es al molino y queda a la esquina. —Alza un poco la voz provocando que todos vean hacia dónde está. —Isa no le hables a mi madre así, solo cuidamos de ti —Alfredo su hermano mayor la regaña, molesto con la actitud de la menor. — eres nuestra princesa, no queremos que nada malo te pase… —sin poder terminar su hermana lo interrumpe. —Ya no soy una niña, ya no quiero ser la princesa —grita Isa sorprendiendo a todos. —María Isabela —grita su padre y su madre al mismo tiempo —¿Qué es esa actitud jovencita? — pregunta su madre de brazos cruzados. Isabela suspira lo más profundo para calmar su ira —¡Lo siento!, con su permiso me retiro —sin esperar respuestas se dirige a una habitación, no diremos su habitación ya que no lo es, esa habitación es compartida con dos de sus hermanos Diego y Pablo. Se acuesta boca abajo y piensa. “¿Qué demonios fue eso?” Era la primera vez que explotaba con sus padres, no era la primera vez que sentía ira, pero siempre escuchaba en silencio. Este es el comienzo de muchas explosiones, aunque no les guste a sus padres Isa tiene el vaso lleno y es el vaso Jumbo. Imagínense si hubiera sido un Small desde hace tiempo habría explotado. —Hola peque. — Entra Lucas, su otro hermano, él es como Mateo su mejor amigo, aunque Isa se lleva bien con todos y quiere a todos. Sus favoritos son su primo Mateo, con quien ya se ha emborrachado y ha terminado en la cama, su hermano Lucas, que es su compañero de innumerables aventuras, y Mauricio, uno de sus primos mayores, que es el marido de Diana, la costurera. —Hola — contesta desanimada sin levantar la cabeza. Se sentía avergonzada, arrepentida por su arrebato. —¿Quieres salir a dar una vuelta con tu hermano precioso? —Le pregunta mientras le acaricia el cabello haciendo que ella ría un poco. —Si mi precioso —contesta acomodándose en la cama pensando que sería ella sin su hermano, él es el único que la entiende. —pero papá… —papá nada, saldrás conmigo no con un desconocido. —Uff, ya deseo yo un desconocido. —Mordió sus labios un poco, pensando en cosas que definitivamente sus padres prohibían en casa, Lucas le dio un pequeño golpe mientras reía. Los dos hermanos se ponen ropa más cómoda, ella se pone una camisa negra manga larga, con una licra negra que lleva dos líneas blancas a los lados y unos botines negros, mientras él se coloca su chamarra negra y ya. Siempre que sale con su hermano Lucas, se visten de n***o siendo el color favorito de su hermano, pero ella siempre a la moda. Pasan por donde todos están, unos viendo películas otros en sus celulares, la madre y Alfredo preparando la cena y el padre leyendo el periódico. —Voy a salir con La peque la llevaré a que se distraiga un poco —Su madre solo asintió con la cabeza, sabía que salía con su hermano así que no había problema. Cuando Lucas saca a su hermana es porque ella está triste por algo y todos saben que es con el único que se desahoga. En esta ocasión no se encontraba triste si no molesta. —No vengan tan noche —Les dice su padre una vez que están en la puerta. —No —dicen los dos saliendo del todo, Lucas se sube a su moto e Isa hace lo mismo, se acomoda y se coloca el casco igual que su hermano sin agarrarse, acelera la moto y salen de sus terrenos se adentran más a la ciudad que no está tan lejos. Al llegar a la ciudad se aparca cerca de una casita dónde venden todo tipo de tortas, hamburguesas, sándwiches, hot dog y entre otras cosas más. Mientras esperan que este su pedido los dos platican cosas triviales, Lucas sabe que Isa hablara sobre lo que le pasa cuando ella quiera y no será necesario que él le pregunte. El problema es que Isa no sabe que es lo que le pasa, últimamente se siente molesta por todo, lo único que la hace feliz es disfrutar de una buena novela, perderse en cada página sentir que es la protagonista. El momento de hermanos transcurrió sin ningún problema, a Isa se le olvidó aquel mensaje que su primo le envió, se olvidó por completo que estaba molesta, se olvidó de todo, en ese momento era ella y su hermano quien siempre sabía cómo alegrarle el día. Al terminar de cenar y pasear por un parque por una hora, regresan a casa para no hacer enojar a sus padres. Por otro lado, Mateo solo piensa en ese plan perverso, en que nada puede salir mal, en que solo es un pequeño placer el que se quiere dar. Observa a su nuevo amigo que está leyendo en su celular, eso le hace recordar a su prima ya que ama escuchar cada vez que le resume un libro. Pero al estar molesta con él ya no ha podido disfrutar de su dulce voz. —¿Por qué? —dice en voz alta llamando la atención de Ben —¿Por qué? ¿qué? —pregunta Ben pensando que Mateo hizo esa pregunta para él. —Perdón estaba pensando en voz alta —le dice negando con la cabeza —no sé por qué Isa está molesta conmigo ya tiene días en que no hablamos. — ¿enserio? Mateo no tiene idea por qué Isa está molesta ¿ustedes por qué creen? Ben lo mira con una sonrisa — amigo tú estás enamorado de ella —lo dice con mucha seguridad y comienza a reír. Se pregunto cómo debía ser ella, si Mateo estaba así de enamorado Isabela tendría que ser una mujer muy hermosa que llamaría la atención de cualquier hombre. —¿Por qué lo dices? —Mateo no es de los que se enamoran, bueno es lo que él siempre dice. El solo quiere volver a escucharla, tener esas conversaciones de medianoche, aunque en el fondo sabe que las cosas ya no son las misma desde que despertaron en la misma cama sin ropa. —simple, no dejas de hablar de ella —Ben sigue con su lectura y Mateo simplemente se queda callado, él nunca la vio de otra manera y es enfermo los pensamientos que tiene últimamente y más enfermo el plan que ha creado, se dice así mismo que es por una buena causa “complacerla a ella mientras se complace el también”
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