Isabela observaba a través de la ventana, el rostro de Benjamín estaba rojo a causa de los celos y la ira, intentaba quitar a los hombres de Dante quienes le impedía el paso de llegar al auto.
Desde que él se cruzó en su camino nada fue igual, por más que tratara de regresar a lo que era, a lo que fue, no tenía idea de cómo hacerlo.
Se quedo observando a Dante por unos segundos quien le sonreía con cariño, luego sus ojos se posaron en Benjamín quien aún intentaba llegar al auto. —No tengo miedo de estar contigo, tengo miedo de volver a estar sola, de volverme a perder, tengo miedo de lo que siento y todo esto que está pasando me está asfixiando. —Dijo Isa mirando a Benjamín quien era tomado de ambas manos.
—No te dejare Isa, te lo prometo, nunca más te sentirás sola, todas mis promesas
