||Damián|| Suspiré para cerrar los ojos, el sueño me consumía por completo sin importar la posición nada cómoda gracias a la chica y su horrible idea de; una barda hecha de cojines estaba decidido a descansar. La barda dividía Perfectamente a la mitad aquella cama, aún teniendo todos los cojines podía sentir como la mujer se removía incómoda una y otra vez. —Duérmete por el amor de Dios— pide en un jadeo, frutado por la situación nada cómoda para ambos. —Es imposible sabiendo que detrás de esto eso estás tú, me siento incómoda— respondió dándose giros en la cama siendo brusca, harto abrí los ojos mov

