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Damián había terminó de firmar aquel documento se veía tan relajado mientras que yo moría de nervios, había caído a la realidad de golpe; ¿Que estaba haciendo con mi vida?... suspiré para mirar al sujeto quien me extendió la pluma con un gesto.
Dudosa observé al juez y después al hombre rubio, acaso todos los invitados sabían la verdadera razón o en realidad creían en la historia de amor falsa.
El juez tenía una sonrisa calidad, quería correr a la salida y ser libre... aquellos pensamientos terminaron con un suspiro más que frustrado.
—que esperas— susurró Damián cerca de mi... accedí para resignarme e inclinarme a firmar aquella acta de matrimonio.
—Al cumplir correctamente con los requisitos legales establecidos por el código civil de Ashton en el nombre de la ley y la socie
