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Karin
Si la comedia es todo el tiempo, entonces la vida tiene un gran sentido del humor. Debieron pasar dos segundos entre Darius diciéndome que me quería y Adriel comenzando su asalto telefónico para contarme sus grandes noticias. Noticias de que incluso ahora, en la parte trasera de este taxi, después de confirmarlo con él varias veces, todavía no puedo creer.
El dinero está en el banco.
No está en camino. No: “Lo tendrán cuando lo necesiten No: “está disponible en forma de activo”. Está allí, en efectivo, sentado en la cuenta bancaria de negocios que Adriel abrió y me dio acceso mientras yo todavía me reía de todo como si fuera una quimera. Y no es un monto pequeño, tampoco. Es un número de seis cifras con el que me gustaría retirarme.
Todavía no puedo entenderlo, a pesar de que
