Terminamos metiéndonos por unos caminos bastante intrincados en una zona montañosa, una carretera un tanto sinuosa que se perdía entre los árboles de pino sin embargo allí tan alejados de la civilización me sentí un poco más tranquila. Estaba muy ansiosa y traía los nervios a flor de piel, odiaba a Grayson Vallmonth con todo mi ser no entendía porqué tenía que ser tan miserable, tan mal hombre, de por si que él ya era una mala persona así que ninguna de estas acciones catastróficas me sorprendían. Yo nunca había hecho nada para ganarme su odio, quizás salvo ahora que me había negado a su plan macabro de tener un heredero pero de ahí en fuera para nada. Al principio, cuando lo conocí, no niego que fui un tanto molesta e insistente, hice todo lo posible para llamar su atención y estuvo mal

