Viajamos con calma a Taxco, la idea de llegar unos días antes para relajarnos era grandiosa. Luz tenía todo bajo control, entre ella, su hermana, su madre y la coordinadora de bodas, no había detalle fuera de lugar. A mí, lo que realmente me importaba, era el sí y marcharnos de viaje de bodas. Estaríamos un par de días en Acapulco y volaríamos a centro américa, Guatemala, Panamá, Colombia y Brasil. Un viaje algo alocado en verdad, pero divertido. Estar tirados frente a la playa todo el día, no era nuestro viaje ideal.
Un día antes de la boda, los hombres de la familia y mi amigo Jaime, quien decía hacer el papel de padrino de honor, me mantuvieron ocupado, sin ver a Lucita. Y del mismo modo las mujeres. Cabe mencionar que nosotros nos alcoholizamos y ellas se encerraron a piedra y lodo e
