Paz

1414 Palabras

(Bastián)  Con tal de verla sonreír, no me importaba cargar con la culpa, y esa apuesta que hizo me daba tiempo a pensar en lo que haría para solucionar todo este entuerto. Después de un segundo café salimos a ver cómo había quedado todo, con calma, tranquilidad y con luz de día. Nos dimos cuenta de que aquella tragedia había sido causada, al parecer, por jóvenes drogadictos y alcohólicos. ―Debes agradecer que no vieron bien tu auto, quizá, por la oscuridad de la noche, no se dieron cuenta de que quien venía era un mujer ―le dije con el miedo que me había provocado pensar en eso. ―¿Crees que me hubieran hecho algo? ―¿Algo? Almendra, quizá no estarías contando la historia. Seguro pensaron que eras un hombre, el dueño, alertado por sus desmanes. ―Ah ―musitó confundida. ―Pero es

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR