El día de la terapia y también el día de mi cumpleaños.
Veintiún malditos años y estoy desperdiciando el aire del mundo.
Annelisse me acompañó a la terapia física, se las arregló para tener un poco de tiempo, habla mucho de su jefe el señor Sloane, seguramente porque pasa demasiado tiempo con él, pudo organizarle la agenda para que no necesitará de ella por unas horas.
–Estaba pensando que deberías asistir a terapia –comentó mientras comía una galleta de las que había preparado.
–Ya voy a terapia, Lis.
–Me refiera a psicológica, ir con un psicólogo, esas personas te ayudan con lo de descubrir tu camino –expresó.
–¿Has ido alguno? –le pregunté.
–No.
–Yo sí y ahora no quiero ir con la señora Altman.
Ella solo me vio y solo aceptó lo que le había dicho, no quería contarle como
