Capítulo 33.
*Descontrol.
Ninguno de los dos piensa, solo en el momento, de manera que al Cristian quitar por completo su bata, la deja en su ropa interior, luce perfecta, su cuerpo es una hermosa obra de arte creada por los mismos dioses. Es insoportable tenerla tan cerca y no poder tocarla; le altera el pulso y la mente. Esa tensión que hay entre los dos se magnifica de manera que Cristian no lo piensa dos veces para tomarla de las caderas; la abraza fuerte arrojándose a la piscina en la que ambos se sumergen como lo que son: dos jóvenes en la plenitud de sus vidas disfrutando por primera vez después de tanto tiempo un momento juntos.
—¿Acaso quieres ahogarme?
Vanessa lo golpea en el pecho mientras trata de quitarse agua de la cara.
—Jamás podría hacerlo… —Se miran un poco y Cr
