Mila
El olor a alcohol, marihuana y otras sustancias mezcladas pegaron directo en mi nariz y ojos al momento de atravesar la puerta de la casa del idiota de Tomás.
La música estaba tan alta que no pude escuchar una mierda lo que me dijo Maggi un momento antes de desaparecer por el comedor o la sala, no tenía ni una jodida idea de dónde me encontraba entre tanta gente bailando, tomando y metiéndose mano que prefería no mirar. Vine a la fiesta con la idea de que por ser Lunes iba a ser más tranquila pero cuando estacionamos y había chicas literalmente desnudas con hombres tomando de sus cuerpos en el jardín, supe que esto iba a ser un verdadero descontrol.
Con Katia decidimos calentarnos con unos shots de vodka e irnos derechito a la pista por que vamos, me queje al principio que había de
