En ese momento solté una pequeña carcajada al escuchar sus palabras, no me podía creer lo que estaba escuchando, parecía una broma de muy mal gusto, aunque yo era la única que me fue, porque mi jefe me quería matar con la mirada.
—¿Que le parece gracioso?— Pregunto.
Estaba un poco desorientada, solo quería salir muerta de la risa de este despacho al ver las ocurrencias de este hombre, si pensaba hacer un broma pesada, mejor hubiera escogido a otra persona, porque conmigo esta súper complicado.
—De su absurda propuesta— Comenté .
El me fulminó con la mirada y yo trague saliva, ni sabía porque había dicho esas palabras, pero se notaba que estaba muy molesto, demasiado.
«Aqui vali» pensé mientras jugaba con mi dedos debajo de la mesa.
—No es adsurda, señorita, es la verdad, si no quiere sumarse a ser una desempleada más en este país, pues ya sabe lo que tiene que hacer.
Sus palabras fueron mordaces, completamente secas y con un tono molesto, mucho más grave que cuando se molesta, completamente más peligroso.
—Señor... No entiendo—Comente nerviosa.
Mi cabeza parecía la primera guerra mundial, inmediatamente un caos completo, cada pedazo de mi ser me estaba enviando mensajes muy confusos y ya no sabía qué hacer.
—Señorita, recuerde lo que pasó en el hotel hace una semana, dije que nos veríamos pronto
Mis ojos se abrieron muy grandes, mi respiración se aceleró demasiado, había salido el tema a la luz, lo había mencionado sin anestesia, me lo acaba de soltar a la cara como si no significara nada del otro mundo y en ese momento mi mundo se acabó, se desvaneció lentamente, haciendo que mis ojos pesaran cada vez más, mi cuerpo se hacía cada vez más liviano y la sorpresa de sus palabras me había alterado.
—Señorita Hall...
Su voz fue lo último que escuché antes de que mi cuerpo dejara de responder y mis ojos vieran todo n***o.
Mario
Le había comentado que me acordaba perfectamente lo que le hice hace una semana en el hotel, sinceramente me sentía super mal, muy miserable por hacerlo, pero tenía mis motivos por hacer lo que le hice, era un canalla por emborrarla para aprovecharme de ella.
—Señorita Hall...
No dije nada porque vi como su cuerpo se desmayó, me levanté preocupado de mi silla y me acerque donde estaba, comencé a moverla un poco, pero ella no respondía, detrás mío se escuchaba la carcajada de mi cuñado y mejor amigo.
—La mataste—Comento Jackson.
Lo fulmine con la mirada y agarre el cuerpo desmayado de la señorita Hall para acostarla en el sillón de la habitación, era simplemente hermosa, esa mujer.
—Le hubieras dicho con mejor, autocontrol—Articulo Jackson acercándose—, creo que no le sentí muy bien la noticia.
—Lo se, tampoco hubiera esperado que faltará una bendita semana para la boda para decirle, pero mi padre acepto hace apenas unos dias—Comente acariciando su cara.
—Bueno, al menos acepto cambiarte la esposa, aunque, ¿Porque Natasha?
Solté un suspiro y la miré a los ojos, era altamente perfecta y delicada, sus labios rojos, sus mejillas, cada característica de ella era perfecta, hasta cuándo decía cosas sin sentido, que era muy amenudo.
«Admitelo, fuera de esa atracción, estás enamorado»
Tal vez era verdad, no lo sabía, pero tampoco sabía porque la quise como mi secretaria, será porque me cautivó su mirada demasiado, más que cualquier otra mujer y solo con eso me bastó para terminar una relación de cinco años, solo con verle esos ojos.
—Es simplemente perfecta—Respondi.
—¿Tu hermano?—La voz de Jackson me hizo fruncir el ceño.
No tenía ni puta idea que había pasado con mi hermano, lo último que supe de el es que se negó a venir a mi matrimonio arreglado por mís padres, pero lo entiendo, su mis padres le hicieran a el casarse con la mujer que alguna vez pude llegar a amar, simplemente también me molestaría demasiado.
—Creo que se caso—Comente.
—¿Con quién? —Pregunto con la voz alta.
—No lo sé, pregúntale a mi hermana, ella sabe más que yo, estoy esperando que Natasha si o si acepte lo que le pido para ponerme en contacto con el—Mencione.
—Suerte, será difícil hacer que acepte, aunque lo importante es esperar que despierte, voy a mandar a traer un poco de alcohol para ver si reacciona—Menciono Jackson saliendo de la sala.
«Mi Natasha, aunque no lo sepas eres mia, mujer» pensé mientras acariciaba su mejilla.