POV MONSERRAT
—No hija, no por favor, no lo digas.
Guardo silencio, pero mi corazón y mi mente lo saben, pero a mi suegra le duele escuchar la dura verdad, obviamente a mi también me duele bastante, saber que perderé a mi esposo en tan poco tiempo, yo sabía qué esto sucedería, yo aún estaba embarazada de Isabella, cuando él me confesó qué estába enfermo y moriría en un tiempo, y como dice mi suegra, Isabella y yo hemos sido su motor, pero no De vida, si no qué somos motor para luchar, para hacer grandes cosas en tan poco tiempo, me siento dichosa de haber sido parte de esos triunfos y logros, me agrada ser quien ayudo a un hombre tan excepcional a ser feliz, todavía recuerdo el día que Isabella nació, Luis lloro de alegría al ver a nuestra pequeña, saliendo del hospital nos llevo direct
