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—Por fin hemos descubierto donde se encuentra el Graptál. —Suspiros de alegría se escucharon al igual que algunas risas de felicidad.
Había pasado algunos meses desde que habían vuelto de Juriens, las cosas habían vuelto un poco complicado para la pareja de alfas, no obstante, eso no quería decir que se sintiese menos felices, por el contrario, la felicidad en Killasia y en Etzu era aún mayor.
El nuevo m*****o de la mañana; el pequeño Andrew, había sido presentado como próximo líder en ambas manadas y había recibido una cálida bienvenida en cada una de ellas. Los viajes hacia Killasia se habían vuelto casi inexistentes.
Con un bebé era difícil viajar por tantas horas así que Samuel se dirigía hacia Etzu tres fines de semanas seguidos y al cuarto sábado, Nathan iba hacia Killasi
