~~ 0 ~~ Finalmente Nathanael tomó dos duchas en ese momento. Al salir deseó hacer sufrir a Samuel así que dejó caer la toalla al suelo y se paseó por toda la habitación buscando su ropa y recogido sus zapatos. Había estado consciente de la mirada hambrienta que le brindaba su mate, pero nunca esperó que el hombre soltase un feroz gruñido y que lo tomase allí, junto al guarda ropa. Había colocado las manos de Nathan en el ropero, abierto sus piernas y se había enterrado en él una y otra vez hasta que ambos llegaron al orgasmo. Por consiguiente, Samuel consiguió lo que deseaba y se duchó con su mate. Nathanael no podía creer la energía que poseía el hombre. Sí, eran licántropos, pero eso no quería decir que era imposible hacer que se cansara. No se quejaba de la energía de su pareja, es m

