El vaquero miro la cena tapada en la mesa, al destaparla el agradable aroma lo envolvió abriéndole el apetito mucho más del que ya tenía. La comida pintaba muy bien, mucho mejor de la que él preparaba. De hecho no sabía cocinar nada bien… sin esperar mucho acerco el plato dándole el primer bocado el vaquero saboreo la cena con gusto. No recordaba la última vez que había comido algo tan rico.
Después de devorar el plato de la cena del que Sami también salió beneficiada, el vaquero quiso agradecerle a la castaña pero al acercarse a su puerta noto que la luz estaba apagada así que prefirió no molestarla. Regreso sobre sus pasos, necesitaba una ducha. Pero por desgracia el único baño de esa casa estaba dentro de la habitación donde dormía Gayla y Daria. No le quedaba más remedio que ducharse
