HEAVENLY A pesar de que Steven me había dejado mantener el ritmo durante nuestra noche de pasión, al final, fue el quién terminó llevando la batuta. No es que me quejara. Lo único que no podía entender es, ¿cómo fui capaz de iniciar lo de anoche? Aunque la verdad no me arrepiento de nada. ¡Fue fantástico! Creí que Steven estaba dormido, pero al parecer no y estaba esperando a que yo me despertara. Sentí un pequeño apretón en mi cadera, el cual me causó soltar una pequeña risa. Se pegó más a mí y me habló al oído. —Anda, necesitamos una ducha. Hoy conocerás a un gran amigo —¿amigo? Será el mismo con quien lo he escuchado hablar? —Pero, no quiero importunar, si quieres hablar con él, yo puedo… —¿No escuchaste lo que acabo de decirte? Lo vas a conocer y punto. Lleva pidiéndomelo desde ha

