Los días siguientes fueron cruciales. La estrategia trazada en la reunión comenzó a ejecutarse con precisión, pero no sin obstáculos. Si bien la campaña digital empezaba a generar interacciones positivas y las alianzas con minoristas demostraban potencial, el equipo pronto se enfrentó a un nuevo problema: la competencia había tomado nota de sus movimientos y estaba respondiendo agresivamente con descuentos agresivos y una campaña de desprestigio. En una nueva reunión, Alex convocó nuevamente a su equipo clave. La presión era evidente en cada rostro. Laura inició la discusión con una actualización concisa: “Nuestra estrategia digital está funcionando, pero la competencia ha reaccionado rápido. Han bajado sus precios aún más y han lanzado una serie de publicaciones comparando sus productos

