CAMILA: Respiro profundo y luego le hablo a la mujer que me trajo a este mundo. —Solo tengo una pregunta para ti… ¿Por qué? Ella me mira para luego reír. —Hay tantos porqués Camila… Me gustaría que especificaras. Habla con narcisismo y yo entrecierro los ojos. —¿Por qué mataste a mi padre? Le pregunto y ella se encoge de hombros. —No lo hice yo. Dice como si nada le importara. —Contribuiste en su muerte, por ende eres culpable, ya sea directa o indirectamente. Ella rueda los ojos y me mira riendo. —De todas maneras me hundiste… Así que no tengo por qué ocultar nada… Sí, yo asesiné al maldito de tu padre… Y creeme para nada me arrepiento. Dice con cinismo y mis ojos se aguan sintiendo impotencia. —¿Por qué lo hiciste? —¿Por qué? Hay cariño, hay tantas cosas… ¿Por dónde comien

