Alhena le dio rienda suelta a sus pasiones, estuvo una semana completa encerrada en su cuarto con Nolan, aquel chico cumplía todas sus peticiones tal y como ella quería, ordenaba la comida más exótica y afrodisíaca que pudiera existir, perfumes, toallas, todo fino y costoso, ordenó no ser molestada por ningún motivo. Zafiro no pudo salir del castillo durante toda esa semana, jamás pensó que el plan funcionara tan rápido, de alguna manera era un alivio, ya no tenía esa presión encima de que en cualquier minuto la encontraría desnuda en su cama, aunque no podía bajar la guardia, sabía que probablemente terminaría aburriéndose de ese chico y volvería a buscarlo.
Extrañaba cada vez más a Ana, era demasiado y le escribió muchos poemas para expresar su pesar, estaba desanimado y triste, cansado
