Capítulo 19 - Compromiso

4995 Palabras
Ana ya estaba por cumplir 18 años, en todo este tiempo mantuvo en secreto total su relación con Zafiro, él hacía todo lo posible para que nadie sospechara nada, Alhena se enfocó en conquistar territorio, Zafiro tuvo muchos triunfos, era un soldado ejemplar junto a su amigo el general Orlecius, ambos eran un gran equipo, ya era reconocido, todos hablaban de él, tenía su pecho lleno de medallas, a veces tenía que viajar lejos para cumplir su misión como comandante, lo que era difícil ya que no podía ver a su amada y eso lo deprimía mucho, escribió muchos poemas para Ana, era su forma de hacerle saber todo lo que sufría lejos de ella, Alhena estaba totalmente satisfecha con el trabajo de Zafiro, aunque todavía tenía la idea de poseer la Estrella Dorada, el hecho de poseer más riquezas y territorio engrandecía su ego, se sentía gigante y no se arrepentía de haber nombrado a Zafiro como comandante, lo deseaba con todas sus fuerzas, estaba loca por él, pero jamás respondió a sus provocaciones y eso la obsesionaba mucho más, su rechazo era excitante para ella, un reto que tenía en mente, sentía que se quemaba cada vez más. Jeff cada vez que iba al castillo de Aplherg trataba de ver a Ana, pero Raguel nunca se lo permitió, muchas veces quiso saber quién era aquel hombre que le quitó a su amada, pero nunca encontró nada. Zafiro hoy iba a reunirse por fin con Ana, venía de la guerra y estaba emocionado, compró una lujosa casa para poder estar en paz con ella, era una sorpresa, estaba escondida en un lugar hermoso y apartado, se reunirían en el lago, él se vistió muy elegante, quería impresionarla, ella se esmeró lo que más pudo, había crecido un poco más, su cuerpo era hermoso, era toda una mujer. Zafiro llegó primero al lago, esperaba atento e impaciente, de pronto ella llegó acompañada de Raguel y parecía que el paisaje se había iluminado para él, la miró y era la mujer más bella de todas, Ana fue corriendo a sus brazos, él la tomó y la beso con locura, la beso por todo el tiempo que no pudo hacerlo. - ¡Mi amor, al fin puedo verte! pensé que me iba a volver loco - ¡Yo pensé lo mismo! - ¡Tengo que llevarte a un lugar! - ¿Dónde? - La tomó de la mano y se la llevó Jeff llegó al castillo de Alpherg y preguntó por Ana, - ¡La Señorita Ana no se encuentra Señor, salió con Raguel, tenía cosas que hacer! - Le dijo una de las sirvientas - ¿Sasha y Emylee? - ¡Salieron, el príncipe Roger las invitó de casería! si gusta pase al salón, el Rey debe estar por llegar Una idea vino a su cabeza, con cuidado subió las escaleras y buscó la habitación de Ana, revisó los armarios, hasta dar con el de ella, buscó y buscó entre sus cosas, revisó sus vestidos, cada rincón, hasta que halló una caja de madera con llave, trató de abrirla, pero no pudo y para no levantar sospechas rápidamente se escondió y desarmó las bisagras, al abrirla descubrió una bolsa de seda, la abrió y cayeron todas las cartas que Zafiro le enviaba, comenzó a revisarlas y cada palabra era una cuchilla para su corazón, ahí entendió todo, ella tenía a alguien desde hace tiempo, vio la inicial Z y comenzó a pensar quién podría ser, ahora se convenció de que ya no había nada que hacer y que en estos momentos lo más probable es que estaba con aquel tipo, sintió los peores celos de su vida, se tardó en descubrirlo, pero ya podía empezar a sacarla de su corazón, leía y por cada letra era una lágrima, una estocada, un puñal, sintió que sangraba por dentro, una lluvia corría por su rostro. ordenó las cartas y las guardó lo mejor que pudo, armó la caja y la dejó en su lugar, acarició sus vestidos, sentía su aroma ¿era una despedida? tomó uno de sus pañuelos y se lo guardó, necesitaba tener su aroma, algo que consolara el desgarrante dolor que sentía, se sentía derrotado. Salió de la habitación con cuidado y cada paso dolía, respirar dolía, pensar dolía, estar vivo dolía. Bajó las escaleras lento y salió al patio, llamó a su amigo Ezel. - ¡Señor! ¿se encuentra bien? ¿qué le sucede? - ¡Sácame de aquí por favor Ezel! - Respondió el herido comandante mientras sentía que se caía a pedazos, Ezel lo sostuvo y lo subió al carruaje. - ¡Señor por favor qué sucede? - Pero Jeff no era capaz de hablar, una profunda tristeza se apoderó de él y solo lloraba desconsolado, quería morir en ese momento, que alguien le arrancara el corazón. Al llegar al castillo de Sión ya reconstruido, Ezel lo bajó del carruaje, Jeff fue hasta su oficina mientras su amigo iba detrás, tomó una botella de licor y comenzó a beber. - ¡Señor tenga cuidado por favor! dígame qué le sucedió - Jeff bebió un último trago y con su rostro mojado por las lágrimas le respondió - ¡Tiene a alguien! ella tiene a alguien - ¿Quién, la Señorita Ana? - ¡Sí Ezel! - ¡Pero Señor, ella fue clara con usted, no lo ama! - ¡Me mintió! no fue capaz de decírmelo cuando le pregunté y el ángel ese sabe todo - ¿Pero ¿cómo se enteró? - ¡Vi las cartas que ese tipo le manda! las leí, es un poeta - ¡Pero Señor! ¿revisó sus cosas? - ¡Sí! - ¡Señor con todo respeto eso no se hace! - ¡Lo sé, pero necesitaba una respuesta! - ¡Olvídela Señor ya no se haga más daño! - ¡Tengo que saber quién es el desgraciado! - ¿Para qué? deje las cosas así - ¡Es la Estrella Dorada! ¿lo recuerdas? - ¡Pero Señor esto le hace daño! - ¡Voy a partirle la cara a ese mal nacido! - ¡Señor, no diga eso, no se meta en problemas! - ¡Esto significa que quizás recupere sus poderes pronto o ya los recuperó y no se a dado cuenta! - ¿Cómo no podría darse cuenta Señor? - ¡Su nombre empieza con Z! ¿conoces a alguien con ese nombre? - ¡No Señor! - ¡Llama al guardia privado! tengo una tarea para él Zafiro, llegó al lugar con su amada, le vendó los ojos para que no viera nada aún, Raguel no lo podía creer, la casa era hermosa, muy grande, con mucha naturaleza, era perfecta, la tomó de la mano para que no cayera - ¡Zafiro, ¿dónde estamos? - ¡Ya lo veras amor! Con cuidado sacó la venda de sus ojos, Ana quedó maravillada con aquel lugar, - ¿Dónde estamos? ¿qué es este lugar tan hermoso? - Zafiro se inclinó ante ella, sacó una cajita de color rojo de su bolsillo, la abrió y era un hermoso anillo, con un diamante - ¿Quieres ser mi esposa? - Ana se sorprendió, Raguel también, los ojos de Ana se llenaron de lágrimas de alegría, era una emoción demasiado grande - ¡Sí! - Respondió ella, él se levantó emocionado y la abrazó con fuerza, le dio un beso, tomó su mano y deslizó el hermoso anillo en su dedo, volvió a abrazarla y la llenó de besos. - ¡Me alegra que haya decidido dar este paso joven Zafiro! pero usted sabe que las cosas para ustedes no son fáciles, yo tengo que velar por el bienestar de la Señorita Ana, ¿cómo piensa hacerlo? - ¡Ya falta poco para que el sello del hechizo de Ana se rompa! yo sé que ella podrá romper el mío, solo así podremos continuar - ¡La verdad es que admiro su valentía joven, espero que las cosas salgan bien! - ¡Es necesario que te vayas una vez que recupere mis poderes? - ¡Mi tiempo aquí es limitado Señorita Ana, aunque quisiera quedarme no me es permitido! - ¡Te vamos a extrañar, gracias a ti logramos estar todo este tiempo juntos! - Dijo Zafiro - ¡Yo los voy a extrañar más todavía, pero podré comunicarme con usted telepáticamente, como lo hace Cuarzo! - ¿De verdad? - ¡Así es Señorita Ana! - ¡No me as dicho qué es este lugar! - ¡Esta es tu casa mi amor! ¡es tu regalo de cumpleaños! - ¿Qué? - ¡Así es, la compré para ti! hubiera comprado un castillo, pero era demasiado llamativo! - ¡Es demasiado hermosa! ¡no lo puedo creer! - ¿De verdad te gusta? - ¡Demasiado! - ¡Vamos a verla por dentro! Al entrar Ana quedó totalmente maravillada, todo era perfecto, la escalera era como de cuento, tenía muchas ventanas que hacían que se viera muy iluminada, muy espaciosa. - ¡Es maravillosa! - Ana abrazó a su amado y le dio un beso - Esto es más de lo que soñaba, el lugar todo es perfecto y compartirlo contigo es todo - ¡Sabía que te iba a gustar! Caminaron por toda la casa, recorrieron cada rincón, Ana estaba realmente feliz y creía que podrían lograrlo, podrían estar juntos y amarse hasta la muerte. Al volver al castillo de Alpherg, Ana venía radiante, tenía una luz a su alrededor que la hacía lucir más hermosa, todos la vieron y estaban sorprendidos. - ¡Señorita Ana, creo que debería guardar el anillo que le dio el joven! al menos cuando este aquí en el castillo - ¡Es una lástima! es tan hermoso - ¡Es solo para no llamar tanto la atención! es un anillo de compromiso recuérdelo y no es cualquier pieza - ¡Tienes razón! - Ana se sacó el anillo y mientras lo hacía, Sasha vio toda escena, quedó atónita y fue de inmediato a hablar con su amiga, que al parecer estaba ocultando muchas cosas. Se acercó a ella y la tomó del brazo fuerte y se la llevó a un lugar apartado - ¡Sasha qué haces, suéltame! - Raguel empujó a un costado a Sasha - ¡Ahora mismo me vas a decir qué estás ocultando Ana! y no mientas, vi que guardaste un anillo - Ana miró a Raguel - ¡Es solo un anillo Sasha! - ¡Basta Ana, no sigas, hace mucho tiempo que sé que algo ocultas! y me lo vas a decir - ¡Sasha tranquilízate por favor! - ¡Me duele que hagas esto! ¡pensé que eras mi amiga y confiabas en mí! - - ¡Perdóname, Sasha, no digas eso, tú eres más que una simple amiga y lo sabes! - ¡Entonces por qué no confías en mí? ¿he sido desleal alguna vez? - ¡Perdóname! por favor, no es un asunto fácil - ¡Una vez te dije que yo voy a estar contigo siempre y eso es siempre Ana! soy la más cercana a ti, hemos luchado juntas ¿crees que no podría entenderte? Ana miró a Raguel buscando una señal de qué hacer y éste intervino - ¡Señorita Sasha, cálmese, comprendo su molestia, pero hay cosas que no son fáciles de decir, por favor no juzgue a la Señorita Ana! - ¡Está bien Sasha, pero debes prometerme total silencio, no puedes hablar de esto con nadie o se armará un desastre! - Sasha sintió escalofríos - ¡Nunca te delataría Ana! - ¡Vamos a un lugar más privado! Ana le contó todo a Sasha desde el principio, hasta la pedida de matrimonio, Sasha estaba sin palabras, pálida, no podía creer lo que escuchaba, era una historia aterradora, pero al mismo tiempo hermosa y se conmovió - ¿Por qué no me contaste antes Ana? te habría ayudado a estar con él, es amor verdadero - Tenía miedo Sasha, él pertenece a nuestros enemigos, me acusarían de traición y no quiero pensar lo que pasaría, pueden hacerle daño y yo no lo soportaría - ¡Pero él quiere salir de ahí, está arriesgando su vida por estar contigo! ahora entiendo por qué el enemigo no a atacado estos años, él lo está impidiendo y debe ser muy difícil, es un amor muy grande - Sasha se emocionó - ¡Es demasiado hermoso, todo lo hace por ti y para protegerte, Ana es demasiado! - ¡Voy a romper ese hechizo para que sea libre! sé que puedo hacerlo - ¡Es un amor qué a atravesado vidas, él te a esperado desde años, por eso ambos sintieron lo mismo al verse la primera vez! ese baile fue hermoso aquella vez, es demasiado bello, espero que logren estar juntos, si te puedo ayudar lo haré Ana. - ¡Solo no le digas a nadie por favor y perdóname por no contarte antes, pero no es fácil! - ¡Ahora lo entiendo! no te preocupes, yo siempre estaré contigo y si sucede algo, yo voy a luchar a tu favor, quiero ayudarte a proteger este amor. - ¡Gracias Sasha! gracias - Ana la abrazó fuerte, sentía que no estaba sola en esto, Raguel le sonrió a Sasha. - ¡Yo también tengo algo que contarte! - ¿De verdad Sasha? ¡dime! - ¡El príncipe Roger me declaró su amor! - Ana y Raguel se miraron sorprendidos - ¿De verdad? ¡qué emoción! - ¡Sí, pero no le e dado una respuesta! - ¿Y tú que sientes por él? - ¡Qué me encanta! - ¿Y por qué no le dices nada? - Siento que voy a alejarme de mi misión si me enamoro de él - Sasha, no tienes que reprimir lo que sientes por él, no te niegues a sentir - Es un príncipe - ¿Y eso qué? lo hechizaste con tu belleza Sasha, lo e notado cuando te mira, pareciera que estuviera contemplando una obra de arte, además es muy apuesto, eres muy hermosa Sasha, sin duda lo cautivaste - ¿Tú crees? ¿soy hermosa? - ¡Demasiado! ¿no te as visto al espejo? - ¡Creo que no e apreciado tanto eso en mí! - ¿Pero qué dices? deben haber muchos por ahí suspirando en secreto por ti, eres bella Sasha, amable y buena amiga, además de poderosa, tus ojos son como cristales - ¡jajajaja! Roger dice que mis ojos lo cautivaron, por su color violeta - ¡Lo sé! eres una chica poco común, pero lo más hermoso de ti es tu alma Sasha, eres hermosa en todos los aspectos, nunca dudes de eso, parece que olvidaste cuando caminábamos por la calle y los chicos se volvían locos contigo ¿recuerdas eso? - ¡jajajajajajajaja! si, lo había olvidado - ¡Deberías darle una oportunidad al príncipe, ambos hacen una hermosa pareja! - ¡Voy a pensarlo bien, no quiero cometer un error! - ¡Quiero verte feliz, te lo mereces Sasha! - ¡Ana, aún queda mucho por hacer, no quiero descuidar mi misión, no me perdonaría jamás si por una torpeza mía te sucede algo malo, aun cuando recuperes tus poderes sigues en peligro yo no puedo voltear y olvidar cual es mi deber. - ¡No te tomes tan a pecho las cosas! ve y sé feliz, no te preocupes por mí, yo podré cuidarme sola, además Cuarzo aparecerá pronto y me ayudará - ¡Jamás voy a dejarte sola! no puedo hacerlo, estamos unidas por siempre, esto va más allá de lo racional, recuerdo cuando te esperaba, sabía que llegarías y que nunca nos separaríamos, nuestras almas se seguirán encontrando siempre - ¡Lo sé, pero yo creo que debes hablar con el príncipe y dejar claro que en primer lugar tienes tu misión, si te ama lo entenderá y te apoyara en todo, tienes que ser muy sincera con él, además tiene una hermana que posee una estrella, ya sabe lo que es todo esto. - ¡Tienes razón Ana! si de verdad me ama como dice, lo entenderá, creo que hablaré con él y comprobaré si ese amor que dice tener por mí es real o solo le gusta mi apariencia. - ¡Espero con todo el corazón que sea real y te respalde en todo, no deseo más que tu felicidad, agradezco que estés en mi vida y seas tan leal, eso nunca podré pagártelo con nada, significas mucho para mí. Sasha abrazó a su amiga - ¡Gracias por confiar en mí Ana, no voy a defraudarte, te voy a respaldar aún si todos se vuelven en tu contra, pase lo que pase, estaré contigo! no estarás sola, voy a defenderte de quién sea, mi lealtad será hasta la muerte. - ¡Admiro su entereza Señorita Sasha, estoy emocionado, cuando me vaya podré irme tranquilo porque usted será mi reemplazo por lo que veo! - ¡No te preocupes Raguel, te aseguro que no permitiré que lastimen a Ana, espero despertar todos mis poderes pronto, tengo que ser más fuerte para poder luchar y defender a mi amiga. - ¡Se viene una guerra muy difícil, no quería decirlo, pero será entre ustedes, me refiero entre las estrellas, es necesario que comience desde ya, yo la voy a ayudar, necesito irme tranquilo, el último sello que mantiene los poderes de la Señorita Ana dormidos se romperá en cualquier momento y ya no podré seguir aquí. - ¿Qué dices? ¿una guerra entre nosotros? ¿por qué? - ¡Señorita Ana, usted mantiene una relación ilícita con un joven que a pesar de todo pertenece a la familia del mal, debe tener más cuidado que nunca, si la descubren la acusaran de traición, eso usted ya lo sabe, aun así asumió el riesgo, el amor fue más fuerte, admiro su valentía, pero esto es un asunto muy serio, las estrellas que la acompañan lo más probable es que no lo tomen como la Señorita Sasha, ellos tienen las reglas muy claras y no las van a romper. Tendrá que ser muy fuerte y tendrá que pelear contra ellas, para defender su amor. - ¡Me asustas Raguel! - ¡Señorita Ana, prefiero advertir antes de tiempo para que esté preparada! hay cosas que puedo ver, pero no sé los detalles, debe ser muy valiente. - ¡Será por mi culpa entonces! ¡no lo puedo creer! - ¡No digas eso Ana, el amor es así, no eliges! no te sientas mal - ¡La Señorita Sasha tiene razón! aquel joven es su alma gemela, lamentablemente pertenece a la familia del mal, pero también gracias a él, no la han atacado, la a protegido arriesgando todo, eso es amor sin dudar, vive en un ambiente de constante estrés, a hecho todo para protegerla, se transformó en el comandante para poder controlar las cosas, sabiendo que si comete un error lo va a pagar muy caro, eso Señorita Ana, no lo encontrará en ningún otro lugar, prefiere quemarse él antes de quemarla a usted. - ¡Yo te voy a ayudar a defender este amor Ana, vas a triunfar! - ¡Gracias Sasha! Ana no había tomado realmente el peso de la situación, las palabras de Raguel la inquietaron demasiado, sabía que estaba arriesgando mucho, pero no había analizado los detalles, vio que el amor que Zafiro sentía por ella era mucho más grande que el universo, eso la emocionaba y sintió que definitivamente ya no se defendería más de esos sentimientos, sentía que lo amaba profundamente y estaba dispuesta a luchar contra todo. Alhena estaba preparando todo para su fiesta de cumpleaños, tenía a cuatro costureros tomado medidas para confeccionar vestidos, compro telas finas, las más caras y hermosas que existían, llegaron muchos joyeros a ofrecerle las más hermosas piezas para adornar su cuello, manos y muñecas, mandó a fabricar una corona nueva, muy alta, hecha totalmente de oro y piedras preciosas, tenía todo lo que quería, muchos sirviendo a sus pies, pero no tenía lo que más anhelaba, el amor de Zafiro, el hombre que la hacía suspirar y que admiraba por encima de todo, gracias a él tenía tanta riqueza, a sus batallas, esto ya no era un simple deseo, ella estaba obsesionada con él, lo quería a toda costa, lo deseaba y quería tenerlo. Y era de noche Zafiro fue hasta su dormitorio a descansar al fin después de un día de mucho ajetreo, entró y comenzó a desvestirse, estaba agotado, salió al balcón a tomar un poco de aire, miraba el cielo y pensaba en Ana, en que no hallaba la hora de estar siempre junto a ella, de despertar cada día y que su rostro fuera lo primero que sus ojos vieran, la amaba, tanto que sentía que su amor se desbordaba. Volvió a entrar y al mirar su cama, casi se cayó al suelo de la impresión, Alhena estaba recostada encima, vestida muy sexy, provocativa, lo miraba con deseo, le hizo una seña de que se sentara a su lado, pero él no obedeció. - ¡Ven aquí mi amor, e esperado mucho este momento! - Zafiro no lo podía creer, quería arrancar, sabía que este momento iba a llegar y que tendría que ser muy fuerte para no ceder ante los caprichos de ella, cerró los ojos y divisó a Ana, no quería ser débil, no quería traicionar a su amada, Alhena era igual de hermosa, con un aspecto un poco más maduro y tenía miedo, respiró y tenía el rostro de su amada en su mente. - ¡Su majestad! ¿qué está haciendo? - ¡Deja tanta formalidad, llámame por mi nombre, ven aquí! - ¡Señorita Alhena, por favor no haga esto! - ¿Vas a decir que no te gusto? - ¡Usted es hermosa, sabe que se lo e dicho muchas veces, pero esto no está bien! - ¿Por qué no está bien? - ¡Debe respetarse a sí misma! usted es una dama - Alhena suspiró, era tan correcto ¿de verdad él la veía como una dama? - ¿Por qué eres tan difícil Zafiro? cualquier otro no lo dudaría. - ¡Usted lo a dicho! cualquier otro, yo no soy cualquiera - Alhena se levantó de la cama y se acercó a él - ¡Eres tan inalcanzable Zafiro, tienes razón, me equivoqué, no eres cualquiera! perdóname, ahora veo que eres un verdadero caballero. - ¡No vuelva a hacer esto! no se rebaje, usted vale mucho - ¡Te admiro tanto! eres lo que más deseo, estoy loca por ti, no sé qué hiciste para despertar tanto en mí, no me equivoque al creer en tus capacidades, todos te celebran. - ¡Es mi trabajo, lo hago con gusto! - ¿Qué tengo que hacer para que me ames? - ¡Señorita Alhena, no hay que hacer nada, el amor simplemente nace, yo no estoy a su altura, usted es una Reina muy poderosa, yo solo un soldado! - ¿Estás seguro de que es eso? - ¡Por supuesto! no me aprovecharía de la situación, usted ya sabe cómo soy - ¡Me encantaría que dejaras esa barrera! mira todo lo que hemos conseguido, puedo darte más si lo quieres, solo pídelo y lo tendrás. - ¡No necesito nada más, tengo mucho más de lo que necesito! Alhena lo miraba con admiración, se sentía atrapada, él la había atrapado y no podía dudar de lo que le decía, le creía todo, pensaba que quizás si sentía algo por ella, pero no se atrevía a dar el paso porque la tenía en un altar. - ¡Buenas noches mi amor, no tengas miedo de mí, yo te amo Zafiro, eres lo más preciado! descansa Alhena salió de la habitación y Zafiro se aseguró de cerrar la puerta con llave, le volvió el alma al cuerpo, se tomó la cabeza con ambas manos y se deslizó por la puerta hacia abajo, esto cada vez era más difícil, quería salir de ahí lo antes posible, ella insistiría y aunque le causaba repulsión, no podía negar que era bella y tendría que ser muy firme. Al día siguiente, Zafiro se reunió con su amigo Orlecius y hablo de lo sucedido por la noche, necesitaba desahogarse con él, estaba llegando a un punto demasiado extremo. - ¡jajajajajajajaja! - ¿Me puedes decir qué es lo gracioso? - Zafiro, te estas ahogando en un vaso de agua, dale lo que quiere, así la tendrás tranquila - ¿Estás loco? ¡no voy a traicionar a Ana y menos con esa loca! - ¡Admiro tu firmeza! debe ser difícil tener enfrente a una mujer así y no querer explorar más allá, es una tentación muy grande - Solo pensé en Ana - ¿Crees que ella se va a rendir? te va a perseguir hasta satisfacer sus deseos - Eso es lo que me preocupa, sabía que esto iba a pasar, ya no soporto todo esto - ¡Hay una solución! - ¿Cuál? ¡dime! - Que aparezca algún imbécil que se interese en ella - ¿Es en serio? ¿y quién sería ese grandísimo idiota? - ¡Ese es el dilema amigo mío! ¿quién tendrá la valentía de domar a semejante bestia? - ¡Qué aparezca pronto alguien! - ¡Consíguelo tú! busca a alguien que quiera hacer el trabajo sucio, de todas maneras, no creo que sea difícil, esa mujer es una desquiciada, pero es hermosa, no va a faltar el arrastrado que caiga a sus pies - ¡Tienes razón! - ¡Mañana es el cumpleaños de esa mujer! aprovecha esa oportunidad, no puedes perder el tiempo, si quieres sacarla de encima debe ser alguien que esté dispuesto a todo, a cumplir todos sus caprichos. Orlecuis y Zafiro fueron al mercado de esclavos, esperando encontrar a alguien que pudiera cumplir el rol que necesitaba con urgencia, había muchos hombres, tenía que saber jugar muy bien esta carta, no podía permitir que Alhena lo siguiera acosando. Observaron a muchos posibles candidatos, llegó un barco con otro lote de personas y fueron hasta allá, al llegar le preguntaron al mercader por los esclavos, Zafiro le pidió los más apuestos, hasta que divisaron a un hombre que podría cumplir con sus expectativas, era un apuesto chico muy parecido a Zafiro, el mismo color de ojos y cabello, pero con rasgos más marcados, alto y con una figura envidiable, se acercaron a él. - ¿Cómo te llamas? - Preguntó Zafiro - Mi nombre es Nolan Señor - ¿A qué te dedicas? - ¡Soy masajista Señor, hago terapias con medicina natural! - Zafiro miró a Orlecius y ambos rieron, era perfecto - ¡Tengo un trabajo para ti, prometo llenarte de oro si lo haces bien, soy el comandante del ejército de Serpens que posee muchas riquezas! tendrás una buena vida - E escuchado sobre usted ¡estoy a su servicio Señor! - ¡Debes jurarme lealtad y te aseguro que tendrás lo que quieras! - El hombre se inclinó ante Zafiro - ¡Juro por mi vida que seré Leal a usted Señor! Pagaron por él y se lo llevaron, se encargaron de que se diera un buen baño, lo vistieron con ropa muy fina y elegante, era realmente un hombre muy llamativo sobre todo por su físico que era muy marcado, su tono de piel que era canela, sus ojos celestes, su cabello oscuro y su porte. - ¡Escucha con atención! tu trabajo es cumplir todos los deseos de la Reina, debes mantenerla contenta, as todo lo que esté a tu alcance para hacerlo y si necesitas algo, solo debes pedirlo ¿comprendes? eres un regalo para ella, mañana es su cumpleaños y vendrás enviado por alguien incógnito, de parte de un admirador secreto, no debes nombrarme jamás ante ella, ni a Orlecius, tú solo preocúpate de que ella esté feliz, te aseguro que no será difícil, ella es una mujer realmente bella y quedarás impresionado con su belleza. - ¡Le juro cumpliré a la perfección con mi trabajo Señor, no voy a defraudarlo! - ¡Muy bien, ahora te llevaran a tu cuarto, debes descansar para estar lo mejor posible para mañana! Uno de los empleados se lo llevó a descansar, Zafiro se sentía un poco más aliviado - ¡Espero que funcione! no quiero verla más en mi cuarto - ¡Tranquilo amigo querido! el tipo es apuesto y se parece a ti jajajajajaj esto es gracioso - No le veo la gracia Orlecius, de verdad es desagradable esta situación - Hoy me has mostrado que también puedes hacer cosas oscuras Zafiro - ¿Tengo alternativa? - ¡Según yo sí, pero estás enamorado! - ¡Ya te dije una vez que no voy a ser el perro faldero de Alhena! - ¡Ya lo sé! no tienes que recordármelo - ¡Quiero mi libertad! e luchado tanto para que todo esté en orden, siento que estoy cansado - ¡Lo sé amigo! e visto cada una de tus luchas y e tratado de apoyarte en lo que puedo - ¡El amor que siento por Ana me hace fuerte, no puedo flaquear! no puedo ser débil y traicionarla, no podría volver a mirarla a los ojos, no voy a ensuciar lo que tenemos, me prometí proteger este amor contra todo y así será - ¡Ay el amor, el amor... te escucho y pareciera que fuera una metáfora - ¿Nunca te as enamorado Orlecius? - ¡Claro que sí! - ¿Y qué pasó? - Es una larga historia amigo, no me gusta hablar de eso, porque me duele.
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