Clayton
El sonido de un enorme camión que bajaba por mi camino de entrada me sacó de mi ensimismamiento frente a las aguas quietas del lago. No esperaba visitas, y no había forma de llegar a otras propiedades desde aquí. Mis pies se movieron hacia la puerta principal, donde un camión de mudanzas disfrazado de camión de reparto había ocupado toda mi entrada.
—¿Te perdiste?
El hombre saltó del camión con una carpeta en la mano, miró hacia arriba para verificar la dirección y negó con la cabeza.
—No, este es el lugar correcto. Y las indicaciones, muy buenas. —Su sonrisa fue un tanto nerviosa, así que relajé mi postura y dejé caer los brazos a los costados.
—No pedí nada —dije. No era muy dado a las compras, y las pocas que hacía eran en línea, pero no últimamente.
—No, usted no. Los art
