Millie
—Voy a matarlo, y más vale que nadie se interponga en mi maldito camino. —Las palabras gruñidas de Abigail eran más furiosas de lo que jamás había escuchado de sus labios refinados. La declaración contrastaba tanto con el vestido rosa y el suéter de cachemira color crema que llevaba puesto en la oficina, que no pude evitar sonreír aunque me sentía como una tonta. —Ya le dije a Peter que si descubro que sabía dónde estaba Clayton y no me lo dijo, nuestra amistad se acabó. —La evidencia de cuánto lo decía en serio estaba escrita en todo su rostro y en la forma en que bebía a grandes tragos la limonada con alcohol de Skylar desde un frasco de vidrio, de la cual tampoco se quejó. —¡Los hombres son lo peor!
—Lo peor de lo peor —coincidió Skylar con una risa y negó con la cabeza. —Pero
