La mano derecha de Amira que recién llegaba se inclina ante el príncipe saludándolo formalmente. Mientras este espera a por la información que traía consigo, intuía que la traía ya que solo ella era la que se bajó del coche sin la compañía de Amira.
—Príncipe Al-mansur traigo un mensaje importante de la princesa Dhabi.
—¿Qué ha pasado con la princesa? Ya no podemos retrasar más el vuelo—Le dice con voz seria.
—Ella no podrá realizar el viaje este día, pidió mil disculpas por su desplante pero se le presento un percance y necesita quedarse algunos días en el país. Prometiendo viajar cuanto antes a Omán para estar a su lado.
Se atrevía hacerlo nuevamente, ¿Y esa era la mujer escogida para ser su esposa? No se lo podía creer. Debía soportar sus desplantes solo porque era su prometida y n
