XXXV Capítulo 35: Amor y placer pueden ser dos cosas diferentes. VENUS MANSON Bajé mi maleta del taxi y le agradecí mientras aspiraba el olor de mi viejo pueblo, definitivamente tenía demasiado tiempo sin venir, y ahora al menos estaría el resto de mi semana libre, lo necesitaba, con los adelantos de la tesis, las pasantías que debía terminar y mi corazón pulverizado necesitaba volver a mis raíces; sentir verdadero amor. — ¡Cariño! —dijo mi madre recibiéndome en la entrada de la casa con un fuerte abrazo. Sonreí dejando mi maleta de lado para envolverla con fuerza, nunca creí que extrañaría tanto el calor de mi madre, su cariño, su comprensión, solo imaginar que la pude haber perdido hicieron que las lágrimas se escurrieran por mis mejillas. —Creí que no volvería a verte —murmuré

