LXIV Capítulo 64: El camino a la felicidad. PRESIDENTE KEN COLTON Me agaché al lado del cuerpo de Venus soltando el cuchillo ensangrentado al piso para tocarle la frente, estaba fría y sudaba, sus labios de color un poco purpuras, su quijada temblaba dándome el alivio de que estaba viva, desde el principio le tuve cariño, era como mi hija y me mataba verla así. —Venus, ¿me oyes? —pregunté. Ella no dejaba de temblar levemente la cabeza y sus ojos entreabiertos no enfocaban la mirada en nada. Por lo que podía analizar a simple vista, era que estaba medicada con algo diferente a lo que me dieron a mí, observé su brazo enyesado con sangre seca y su pierna, la piel parecía estar con la herida infectada. —Joder, ¿qué te hicieron? —susurré, miré alrededor y me levanté para agarrar al

