Jia Su sonrisa desaparece apenas me mira. Mi aspecto no a de ser muy bueno como para que un surco se esté formando en su frente. Estoy vestida con ropa casual, unos pantalones rasgados y una blusa sencilla, no es como vendría a una cita de trabajo, pero fue lo único que tome del departamento de Vante antes de irme. —Perdona la facha —me disculpo, pensando en que mi forma de vestir, es la razón de su mirada tan inquisitiva. —Para nada, te ves... —sus palabras se quedan en el aire y sacude levemente la cabeza sin terminar la frase—. El hecho de que estés aquí solo puede significa una cosa ¿no es verdad?. —Se acerca a mí, cuidadosamente aún con el ceño fruncido. Su expresión parece preocupada. —Así es. Dime cuando empiezo —digo encogiéndome de hombros. Lo estuve pensado mucho antes de

