—Fue un placer hacer negocios con usted, don Fabián —Un hombre corpulento le tiende la mano al CEO, y este se la recibe. —Igualmente, digo lo mismo. —Esperemos que todo salga bien con los nuevos negocios. —No existirá problema, siempre y cuando la cuota designada este a tiempo en mi cuenta —Contesta con bastante frialdad, Fabián. El hombre palidece un poco ante la advertencia, al cabo de unos segundos traga saliva y luego se recompone. Asiente, y se aleja un poco. Todos conocían a Fabián Morello, era muy directo con los negocios, y más cuando se trataba de dinero. No toleraba los retrasos, bastantes rumores se habían oído acerca de él y su mano derecha Leonardo. —No habrá ningún retraso, se lo prometo, don Fabián. —En ese caso, benvenuto in famiglia —Fabián sonríe con malicia en la

