Uno de las cosas que nunca me ha gustado es asistir a fiestas de gente estirada y aunque parezca gracioso pero no me gusta he llegado a pensar que Carley me adoptó por que soy muy diferente a ella o bueno en la actitud porque físicamente soy la doble de ella, ambas tenemos el cabello castaño y los ojos azules claro no un azul intenso y somos tez blanca, cuando me veo en espejo allí muere la idea de que soy adoptada.
Le marco a Romina mi amiga y compañera de la loquera
—Hola Romi
—Que quieres tan temprano Adha?
—Amanecimos de cruda –le digo con burla
—Para nada, tengo sueño porque estoy en la casa de Diego
—ya callate Romina no quiero saber que hicieron toda la noche
—no pensaba decirte lo bien que la pasamos
—Insoportable deja de molestar tan temprano –habla Diego por él teléfono
—me disculpo por despertar a su majestad, pero no es mi culpa que te la hayas pasado follando toda la noche
—shu, shu, ya mejor dime que quieres
—quiero que me acompañes a comprar un maldito vestido para la gala de beneficencia hoy
—Al fin te vestiras decente –vuelve a gritar Diego
—Romi has que Diego se calle o le voy a cortar las bolas
—Eso si que no, con mi paquete no te metes –reniega Romina
—Ya Romina es cosa seria vas a ir conmigo
—esta bien, claro que iré para que el pato se convierta en cisne, eso si dejaras que yo te asesore
—que mas da, paso por ti en una hora
—esta bien tenemos tiempo para otra ronda verdad amor
—no quiero saber en que ocupas tu tiempo, adiós
Romina es mi única amiga, la conozco desde niña, hemos cursado todo el estudio juntas, solo que a diferencia de mi ella tiene una relación con Diego un hombre de buena familia tal como lo diría mi mamá, ya hasta hablo como ella.
—Hola Carley –saludo a mi mamá que esta leyendo unos papeles acompañada de su taza de café
—Buenos días Adhara, vas a salir?
—si, voy con Romina de compras
—no se te olvide el evento de hoy –me lo vuelve a recordar
—precisamente a eso vamos, necesito un vestido elegante digno de la ocasión –una sonrisa de victoria se le muestra en el rostro
—entonces no te quito tu tiempo hija
—Adios Carley –no espero respuesta y salgo a donde esta mi bebe que es un Maserati MC20 color gris, fue un regalo de Carley el año pasado por mis 23, lo cuidaré por que en unos meses cumplo 24 pero creo que lo que me regalara será un pase al hospital mental, bien enciendo a mi bebe y voy camino a casa de Romina.
"Estoy afuera de tu casa " –le escribo un mensaje
”voy" –responde, luego la veo salir con Diego de la mano y hago gestos de fastidio, pues parece que una noche no fue suficiente, se besan en mi presencia
—hay no que asco regresen a la habitación
—No seas envidiosa –dice Romina
—cuando quieras te presento un amigo para que te quite el mal genio –eso lo dice Diego
—No necesito a nadie para quitarme el mal genio
—aaa ya vámonos Adha –dice Romina y se despide de su novio para luego subirse a mi auto.
Llegamos a la tienda de vestidos y si que necesito ayuda de Romina porque ella es la que siempre tiene buen gusto si de moda se trata, ahora yo no soy buena eligiendo ropa elegante.
—Adha ve este se te verá hermoso –me muestra un vestido largo con abertura en la pierna que me haría mostrar hasta mis pecados, pero me gusta la parte de arriba es tipo corset y negro
—tiene que haber otro que no sea tan llamativo
—buscaré pero para mi este sera en indicado –solo espero que podamos encontrar otro o Romi me hará usar ese, de después de buscar encontramos otro que era señido al cuerpo pero con un escote que llega hasta mis muslos y eso esta peor
—No Romi, prefiero el primero –sonrie con triunfo
—lo sabia te vas a ver de infarto –doblo los ojos ignorando sus halagos.
pasamos por unos zapatos que usaré, luego el estomago nos rugio de el hambre así que fuimos a comer, así pasamos nuestro día, ya era un poco tarde así que paso dejando a Romi a su casa y luego me voy a la mía a alistarme, el maquillaje y peinado me encargaré yo, aunque Romi insistió en que fuéramos al salón me negué por la razón que no me gusta un maquillaje cargado por eso mejor lo hago yo.
Después de mas de una hora de estar batallando con el cabello al fin quedo un resultado que me gusta, solo me hice una cola alta, un maquillaje natural me coloco accesorios y perfume, al ver mi reflejo en el espejo me veo muy femenina una mujer que es capaz de traer loco cualquier hombre, lástima que todo eso lo perdí ya no me siento deseable, los recuerdos vienen a mí y una lágrima baja de mis ojos
—Adhara vámonos –dice mi mamá, y solo por que di mi palabra sino ya no iba a esa dichosa fiesta.
—Voy –digo y agarro mi cartera de mano donde llevo solo mi teléfono.
voy bajando los escalones y abajo me espera ella, Carley lleva un vestido azul cielo, el cabello recogido en un moño y si algo transmite esa señora es elegancia
—Vaya hasta que te sabes vestir
—yo siempre me se vestir que no apoyes mi estilo es otra cosa –hace un gesto de desagrado ante mi comentario.
Llegamos al lugar del evento, la sola presencia de Carley Allen de Evans, llama la atención porque enseguida los periodistas la rodean con preguntas cosa que para mi es mejor así logro entrar desapercibida o eso pensaban hasta que unos periodistas se acercan a mí, momento de poner mi mejor cara.
—Adhara Evans, que guapa luces esta noche
—gracias, la ocasión lo amerita –respondo de lo mas tranquila que se puede, después de un largo tiempo de estar aquí ya me duele la mandíbula de fingir una puta sonrisa que no deseo cargar.
pasan personas a dar sus discursos aburridos, mientras tanto voy en busca de un trago
—un Manhattan –le pido al bartender
—coctel fuerte para una chica –me hablan a mi lado, es un tipo alto con unos ojos cafés
—No lo suficiente, como me gustaría solo que no ay que perder el glamur en esta ocasión
—al parecer no te agrada este tipo de eventos
—tan obvia soy
—un poco –me imagino que se me nota pero para lo que me importa, me sirven mi bebida, ignoro al intruso que está a mi lado.
—siempre eres así? –pregunta
—si, no soy mucho de este tipo de eventos
—me refiero a tu forma de ser, siempre eres de pocas palabras
—no siempre solo depende de la persona y del lugar –una sonrisa de decepción se refleja en sus labios
—gracias por decirme que no te agrada de mi compañía –almenos lo entiende, le voy a decir una escusa para no hacerlo sentir tan menos
—Adhara es momento de irnos
—ya voy
—talves hubiera sido distinto el lugar entonces las cosas vieras sido distintas –le digo y le apacho un ojo.
—Quien era el joven con él que estabas? –pregunta mamá, se me hacía extraño que no lo hiciera
—no lo sé, solo llegó y me habló nada más, y no preguntes por su nombre por qué no le pregunté tampoco –no dice nada y para mí mejor así.
—señora tenemos un problema –dice el chófer
—que sucede
—nos vienen siguiendo
—como que nos vienen siguiendo –responde mamá
Efectivamente hay una camioneta que nos viene siguiendo y ya está extraño, el chófer maneja más rapido para perderlos pero eso nunca sucede, se va acercando mas, hasta que siento un golpe .