Charlotte
Las últimas horas me las he pasado intentando distraerme, pero siento que mientras más lo intento, menos funciona. Más pienso en Connor, y más quiero que vuelva.
Todo mi cuerpo suplica que coja el teléfono y lo llame, al menos para saber cómo está. Pero prometí darle espacio y tiempo, y quiero cumplir mi promesa a pesar de que el dolor de la separación me esté matando.
Mi estómago ruge por el hambre. Dejo mis libros de la escuela a un lado y me pongo de pie. Miro el reloj del buró.
19:30
Camino como un zombie hasta la cocina, donde mi madre y mi hermano comen la cena en un silencio algo distraído.
Frunzo el ceño. Estoy desconcertada, ni siquiera me avisaron que estaban comiendo.
- ¿Por qué no me llamaste? – pregunto a mamá, intentando sonar menos molesta de
