Soy para Ti

EL CONTROL

NARRA ELENA

Las semanas han pasado y cada vez estoy más loca por Julián. El se ha vuelto muy importante para mi y eso me asusta. Jamás pensé en que esto fuera tan intenso. Mañana Luz va de regreso con su famlia. Me fui de nariz a el suelo cuando me enteré que Luz estaba embarazada tan joven y la historia que tuvo con el hermano de Julián. Claro fue ella quien me la contó una de tantas veces que me quede a dormir en su casa para ver alguna película con ella y Julián. El aún no me pregunta nada sobre si quiere que sea su novia y no le voy a insinuar nada, sea lo que sea para el disfruto de cada beso, abrazo y caricia que recibo de su parte, más yo siento que yo no puedo seguir aludiendo mis sentimientos por el.

—Tienes que actuar rápido Raúl, traer a esa familia lo más rápido que puedas aquí. Este es terreno desconocido para ellos, más allá, tienen a todos de su lado. Jamás me olvidare lo que mis padres me hicieron por la culpa de esa estupida familia. — le dice mi madre y no puedo evitar sentir escalofríos por la manera tan dura como lo dice.

—No estoy tan seguro de que meter a nuestra hija en esto sea buena idea. ¿Porque no se lo pediste a alguna de tus chicas? — le pregunta mi padre, ella ríe.

—Los hombre las prefieren inocentes, bellas e inteligentes y eso es nuestra hija. Las mujeres que trabajan para mi. No son nada parecido, ya que las entrene yo y no tienen la educación que tiene nuestra hija. — dice ella ¿mujeres que trabajan para ella? Wow, eso no lo veía venir, ¿ósea que mi mamá es una proxoneta? Empiezo a sentir lágrimas corriendo por mis mejillas, he vivido rodeada de lobos toda mi vida y jamás me había dado cuenta.

—¿Que fue lo que esa familia te hizo? Nunca me has contado en detalle sobre eso. — le dice mi padre acariciando su cabello.

—Mis padres me comprometieron con Miguel Rodríguez, el mejor amigo de Manuel Galeano. Más cuando ya estaba todo hablado entre nuestras familia, apareció la maldita de Julia, hermana de Jimena para robarme todo. La mujercita perdió el equilibrio mientras bajaba las escaleras de la casa de los que iban a ser mis suegros y como estaba discutiendo conmigo. La culpa recayó en mi, y para empeorar la situación la tipa esa estaba embarazada. Ellos querían poner cargos policiales en mi contra. Mis padres no iban a soportar el escándalo público que eso traería así que llegaron a el trato de perdonar una deuda y que yo me mantuviera lejos de ellos. Mis padres solo vinieron a tirarme aquí a un apartamento sin ningún otro apoyo. Según ellos era mi hora de ser independiente. Luego conocí a Pierre y el me indujo a esto. No puedo negarlo al principio me parecía repugnante, tener que acostarme con viejos solo para cubrir mis gastos, pero no tenía de otra. Luego te conocí y pues ya conoces el resto. — le dice quedándose callada. Yo no puedo creer que ella culpe a los Galeano de algo que decidieron sus padres, no ellos. Si sus padres le hubieron dado el apoyo económico, no hubiera carecido de dinero y por ende no hubiera tenido que llevar ese estilo de vida el cual fue su elección. Dejo de escuchar esa conversación que se llevaba acabo en su habitación. Escuche porque dejaron la puerta entre abierta. Entro a mi habitación un poco consternada por todo lo que escuché. Ya quieren actuar rápido en contra de Julián, pero no voy, ni puedo permitirlo. Tengo que mantenerlo cerca de mi, solo así podré protegerlo de las garras de mi propia familia. Tomo mi teléfono para llamar a Julian y le pregunto de salir hoy a lo que él me contesta que irá con Luz de compras. No insistí como siempre, pero me ofrece que salgamos mañana a un club. Mi corazón palpita más fuerte cuando dice que me había escuchado hablar sobre eso. Y eso fue hace días, no puedo evitar emocionarme más no pude detenerme cuando le respondí las palabras solo fluyeron tanto que se me escapó un te quiero. Cuando me di cuenta de que lo había dicho no pude evitar despedirme y colgar sin darle oportunidad a que él me responda. Y ahora como lo veo a la cara sin que me de vergüenza. “Ay que tonta eres” me regañó mentalmente. Tengo que ir a la casa de ellos a despedirme de Luz. Las horas pasan entre morirme de nervios y eligiendo que ponerme para poder confrontarlo. Mi teléfono timbra con mi sonido de mensaje.

-Hermosa ven a quedarte hoy por la noche, tengo una misión que encomendarte. Luz - Leo el mensaje y me sorprendo ya que siempre que me he quedado es porque se me a hecho muy tarde para regresar a mi casa. Jamás me ha invitado a quedarme con anticipación.

-Está bien, los veré en un rato. Elena - le respondí y busque todo lo que iba a necesitar y lo ubiqué en un pequeño maletín. Después de un rato ya eran las 7 de la noche. Llame a un taxi para que me recogiera para llevarme a su casa. Cuando estoy por salir de la casa. La escuché.

—¿Vas a salir? — me pregunta Francis, jamás le he dicho mamá o madre y hoy tampoco será el día.

—Si, iré a casa de una amiga a hacer un proyecto. Llevo ropa para cambiarme mañana ¿está bien? Nos vemos. — le digo sería, sin verla y salgo rápidamente de ahí. Antes que abra su boca con palabras que no estoy dispuesta a tolerar. Así que la dejé sola en medio de la sala. El camino a la casa de Luz y Julián se me hizo tan corto. Al tocar el timbre es Julián quien me abre la puerta. Sonríe al verme se acerca a mi y me da un beso en la mejilla. Se sorprende al verme con mi maletín en la mano, y como todo el caballero que es, el toma mi maletín sin cuestionar y caminamos adentro de la casa Luz está muy emocionada. Mientras la cara de Julian es muy diferente esta serio, callado. Lo que pasó en la tarde viene a mi mente y al solo tener contacto visual con el me hace bajar la mirada.

—Elena, ven. — me dice Luz. Sacándome de este agujero donde me metí. Luz me guía a su habitación.

—Seré muy breve contigo. Cuida mucho de Julián ya se que están saliendo y el me dijo que está empezando a sentir cosas por ti. Así que solo quería recomendártelo. Si lo lastimas te la verás con la ira de la familia. — yo asentí, mucho que procesar. ¿Julian sentía algo por mi y se lo confesó a ella? Me pregunté a mi misma. Tome un poco de aire para poder contestarle, ya que las palabras se me quedan trabadas en el camino.

—Yo también lo quiero a él Luz, es más puedo decirte con convicción que lo amo. Es demasiada la necesidad que siento por cuidar de él, estar con y para él siempre. — le digo viéndola a los ojos, ella se ríe.

—Escuchaste Julian, ella lo dijo no yo. — yo no puedo evitar ver a donde está mirando Luz. Y es que no me percaté en que momento la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Julián. El me queda viendo con unos ojos que no logro descifrar hasta que muerde un labio. El me extiende la mano sin decir nada, yo veo a luz y está asiente. Así que me levanto de la cama camino hasta él y me toma de la mano sacándome rápidamente de la habitación.

—Diviértanse — grita Luz y no se que hacer, que decir y mucho menos como actuar ante esta situación. Julián me lleva escaleras arriba hasta donde se que está su habitación. Mi corazón iba a mil por hora. Su mano no soltó la mía en ningún momento. Hasta que entramos a su habitación. Soltó mi mano, pero el rápidamente rodeó mi cintura para pegarme más a él y la otra mano la llevo detrás de mi cuello, mis labios chocaron con los suyos. Llevo mis manos a su espalda, el aprovecha para levantarme del suelo con una de mis piernas a cada lado de su cintura. Se separa de mi un momento para verme a los ojos.

—¿Te gustaría ser mi novia? — me pregunta para luego seguir besándome, esto me hizo perder cualquier temor y duda que tenía sobre esto que se a ido creando entre nosotros.

—Si, si Julian. Quiero ser tu novia. — le respondí y en un minuto todo se convirtió en deseo por estar con él sentir su calor.

—Quiero que seas mía ¿me dejas hacerte mía? — me preguntó y perdí todo control de mi cuerpo, de mi mente y mis palabras cuando sus besos empezaron a descender por mi cuello y sus manos acariciaban mi cuerpo. Yo solo pude asentir y dejarlo que él tomará el control.