CAPITULO 12

1348 Palabras
Cuando conoces a nuevas personas, solo puede pasar dos cosas: a) Tener poco interés en conocerla o b) Querer saber todo de ella. Y a mí me pasaba lo segundo, quería saber todo de Rachele o por lo menos que ella se dignase a contarme una parte de su vida. Estábamos sentados frente a la tumba de mi abuelo, ella cruzada de piernas con sus brazos apoyados en ellas, mientras que yo me recosté en el césped y estiré mis piernas lo más que pude, quería estar muy cómodo para escucharla. - En Ahoskie la vida es bella, de verdad lo es… -Rachele empezó con su relato– pero hay limitaciones sociales que impiden a los pobladores tener una mejor vida de lo que ya es. - ¿Limitaciones Sociales? - Si Thomas, por ejemplo; en Ahoskie no hay grandes hospitales, solo tenemos una posta, las pistas son de tierra con piedras, y ni que hablar de la educación –yo esperaba que me contará su vida, no que me hablara de las limitaciones sociales de Ahoskie, pero era algo que no podía decirle. - Pero no es sólo un problema en Ahoskie Rachele, la mayoría de pueblos en nuestro país tienen esas limitaciones, mejor dicho, tienen esos problemas sociales. - Lo sé, Thomas. - No comprendo que tiene que ver eso con tu historia. - ¿Te recuerdo qué vengo de Ahoskie? –Rachele parecía molesta, y se dio cuenta– lo siento Thomas, tú no tienes la culpa de eso, es que tengo tanto que hablar de Ahoskie y tanto que reclamar que a veces pierdo el norte de mis palabras. - Yo quiero escucharte, no soy el presidente del país para ir a solucionar tus problemas y los de tu pueblo, pero si hay algo que pueda hacer por ti, lo haré. - ¿De verdad? - Claro que sí Rachele; pero oye, cuéntame tu historia que me muero de ganas por escucharte. - Está bien lo haré, pero ya no me interrumpas. - Esta… -me cortó las palabras con un puño en el brazo. - Ni una sola palabra más –asentí. En ese momento me di cuenta de algo, Rachele no era cualquier mujer que había conocido, era algo mucho más que eso, porque era la primera mujer, luego de mi madre, que sabía como dominarme a su favor. - Rachele Steel Morgan nació un 20 de abril de 1999 en el pueblo de Ahoskie, sus padres son Sarah Morgan y Jon Steel –Rachele me estaba contando su historia como si me estuviese leyendo un libro de historia, y era algo que me parecía totalmente revolucionario–. Rachele, de pequeña fue criada por Paul y María (quienes eran sus abuelos maternos), mientras su madre salía a lavar ropa y su padre se iba a trabajar en la chacra de espárragos de Ahoskie. Aunque nunca tuvo lujos en su humilde casa, tuvo tres cosas que todo niño necesita para ser feliz; atención, cariño y una buena crianza. Rachele, tuvo durante 7 años toda la atención en casa, hasta que en el 2006 sus padres trajeron a este mundo a Carlos, un bebito hermoso que llegó para duplicar la felicidad en la casa y también los gastos, porque era muy enfermizo. Como lo mencioné en un inicio, la familia Steel Morgan era muy humilde y en el año 2015 cuando el friaje atacó a los habitantes de los pueblos de la Cordillera Mellighan; no tuvieron los medios económicos necesarios para combatir la fuerte gripe que le había llegado al señor Paul –Rachele miró al cielo con los ojos llorosos– y el murió –no sabía si debía de hablar en ese momento y me arriesgue a hacerlo. - Creó que deberías dejar de contar la historia Rachele –ella se secó las lágrimas. - Thomas, sin interrupciones, recuérdalo… - Está bien. - Fue un duro golpe para Rachele y su familia… No hay una sola noche en la que Rachele no se sienta mal porque ella sabe que pudo haber hecho algo más por su abuelo. Pero, era apenas una adolescente de 16 años que lo único que sabia hacer era cantar y cocinar. A lo mejor ella no podía hacer nada por su abuelo, pero sabe que el Gobierno Nacional, pudo ayudar a todas esas personas que murieron de friaje, pero no lo hicieron, porque quizá no les importó; el Gobierno Nacional vela por los habitantes de las ciudades, pero no de los pueblos, por eso Rachele sueña con llegar a la presidencia del País algún día, para darle a todos los habitantes de este territorio los mismos beneficios y cobrarles los mismos impuestos. - Ahora entiendo todo –Rachele alzó los hombros– estas aquí en la ciudad para entrar a algún partido político que te permita ingresar en la política para luego ir a la capital y ser nuestra presidenta. - Si dejas que tu mente vuele con cada cosa que escucha, nunca te darás cuenta de lo que sucede en realidad –me dejó muy confundido con lo que dijo– Si vine a Omsdianna es para trabajar, porque necesito dinero urgente. - ¿Dinero para crear tu partido político, porque no confías en ninguno? - Definitivamente tu imaginación vuela, pero en exceso, Thomas. - Entonces ¿Para qué quieres dinero? - Mi abuela… necesita una Histerectomía, porque tiene un tumor maligno en el útero y en la posta de Ahoskie nos dijeron que aquí en el hospital de Omsdianna está el doctor Salas, es un ginecólogo especialista, ayer fui a verlo y… - ¿Qué es una Histerectomía? - Así se llama la operación en la que se extirpa los ovarios. - Vaya… - Ayer lunes fui a verlo y pues me dijo que el tratamiento pre-operación y la operación cuesta S/. 16,925.18 - ¿Tanto dinero? –la cifra era muy alta para una operación yo no sabia de costos de operaciones, pero me parecía una operación muy costosa. - Si Thomas, y eso que faltan los gastos post operación; pastillas, inyecciones y todo eso… - ¿Cuántos años tiene tu abuela Rachele? - Sesenta y nueve años. - Me parece que es una persona mayor para ese tipo de operaciones, no sé de medicina, pero seguro que esa operación es muy riesgosa para tu abuela. - Lo es, me lo dijo ayer el doctor Salas, ¡¿Pero porque no entienden que quiero ver a mi abuela curada?! No quiero que se muera como mi abuelo, Thomas; no lo soportaría… -y empezó a llorar, yo me acerqué a ella y la abrasé. - Oye… yo tampoco quise que se muera mi abuelo, y tampoco quiero que se mueran mis padres ni mi hermano, no quiero que eso pase, pero es algo que pasará y no hay nada que yo pueda hacer para que no suceda. Si algo aprendí con la muerte de mi abuelo, es que no tenemos tiempo para andar peleados con las personas que queremos, ni siquiera tenemos tiempo para estar lejos de ellos, el tiempo vuela y la vida nos gana la carrera, y si no le damos sentido a nuestras vidas y a las vidas de quienes queremos, lamentablemente nuestra existencia fue una verdadera perdida de tiempo de nuestro creador… ¿Estas entendiendo lo que te digo? - Si Thomas, claro que entendí, pero en Ahoskie no tengo futuro, las oportunidades están aquí en la ciudad y no en los pies de cualquier montaña de la cordillera Mellighan, vine para darles una mejor vida a mis padres, a mi hermano y a mi abuela. - ¿Y qué hay de tu vida? ¿Qué hay de esa Rachele que quiere cambiar al país siendo presidenta? - Por el momento debo pensar en ellos, luego habrá tiempo para mí. - Tu sacrificio es un gran acto de amor hacia tus familiares, y es algo que admiro mucho, pero me parece injusto… muy injusto contigo. - Nada es justo en esta vida Thomas, nada… -me miró fijamente– y menos el destino.
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