**ISOLDE** No es chiste todo lo que he hecho. «Bueno, sufrí una caída que me costó un brazo quebrado, ahora una intoxicación, ya no, Isolde, ya no puede haber más accidentes, he sobrevivido de milagro, Magnus regresó y ya no estoy sola» A la medianoche, en esa frontera difusa entre la somnolencia y una extraña lucidez, escuché ese ruido que ya reconocía como suyo. Era un sonido familiar, pero cargado de una tensión que me hacía temer lo peor. La puerta se abrió sin resistencia, como si el mismo aire la hubiera empujado, y en ese instante comprendí que solo él, mi verdugo, podía irrumpir en esta habitación como si fuera dueño absoluto del espacio y del tiempo. No encendí la luz. No moví un músculo. Me quedé envuelta en esa franja de sueño fingido que tanto me ha protegido antes, esa cap

