He estado meditando desde ayer que me encontré con Dina, trato de alejar todo rastro de curiosidad de mi mente porque siento que no está bien sentir algo más que el deseo de obedecer a padre.
- Adriel...
Escucho que me llaman sacandome de mi concentración.
- ¿Qué quieres Azrael.?
- Vamos a buscar el alma que dejaste pendiente.
Abro los ojos y lo veo agachado frente a mi muy sonriente y con ilusión en su mirada.
- ¿No tienes almas que buscar..?
Pregunto tratando de ignorarlo.
-Si... Pero es que hace tanto que no veíamos a Dina... hay tanto que quiero preguntarle.
Suspira, se sienta junto a mi y me mira suplicante.
-Esta bien, acompáñame, pero no creo que debas preguntarle nada a Dina.
Me levanto extendiendo mis alas para abrir vuelo.
- Solo serán unas pocas preguntas. ¿Llegarás así? ¿volando?
Hace ademanes con sus manos mientras sus cejas se curvan con sorpresa y una sonrisa se dibuja en su rostro esperando mi ya sabida respuesta
-Si...
Me encojo de hombros y en mi cara apenas se dibuja una media sonrisa.
- ¡Genial! Hace mucho que no le damos ejercicios a estas bellezas.
Dice sonriente mientras extende sus blancas alas.
Volamos por el cielo y reímos. En verdad extrañaba esto, no lo hacíamos desde la última vez que fuimos con Dina a buscar almas.
-¿Por qué es que dejamos de hacer esto..?
Pregunta Azrael con una gran sonrisa y cerrando los ojos mientras nuestras alas extendidas se baten con el aire.
- No lo sé hermano, pero prepárate para aterrizar sin que ningún humano te note.
-Lo sé, lo sé...
-Tomaremos forma humana...
-¿En serio?
Asiento y sus ojos se iluminan mientras yo solo sonrio cómplice.
Aterrizamos en un área alejada, no sentimos ninguna presencia cerca así que nos hacemos visibles tomando una apariencia humana.
Elimino la luz que irradia mi cuerpo dejando notar el tono claro de mi piel, mi cabello n***o y liso cae sobre mis hombros y por último oculto mis alas haciendolas invisibles al ojo humano.
Veo mi desnudez y recuerdo el tipo de vestimenta que usan hoy en dia los humanos; con esa idea en mi mente me creo un pantalón azul rey, una camisa negra y amarro mi cabello en una cola de caballo me inspecciono y creo estar listo.
Azrael a mi lado también eliminó la luz que irradia su cuerpo y mantiene oculta sus alas, su cabello es de color castaño oscuro, ondulado y corto, su tez es achocolatada y su cuerpo lo cubre con un pantalón deportivo blanco y una sudadera verde.
- Adriel, te faltan los zapatos, hazte uno como los míos.
Señala mis pies y luego los de él; observó sus zapatos pero no me convence tener unos deportivos asi que opto por crear un par de botas de trabajo como las que le vi ayer a un hombre.
-No se ven mal.
Hace un gesto de aprobación con sus pulgares.
-Andando.
Ordeno serio al recordar que es lo que vinimos hacer y Azrael asiente.
Caminamos hasta llegar a la entrada del enorme edificio y lo primero que noto es la energía de Dina fluir por todo el lugar.
- Creo que alguien intenta intimidarte.
Dice Azrael ahogando una risita y lo fulmino con la mirada mientras nos adentramos en el lugar.
-Hermano. -¿uhmm?- te afecto ver a Dina después de tanto.
-No.
-No era una pregunta Adriel... solo digo lo que veo.
Me mira serio mientras suelto una respiración pesada dejando caer mis hombros.
- Supongo que me confunde el no comprender que impulso a Dina a caer, no entiendo la curiosidad por lo humanos.
-No es por lo humanos en sí, es todo lo que son, sienten y los impulsa... son bastante libres si los comparas con nosotros.
Su mirada transmite tranquilidad, posa una mano sobre mi hombro y trata de explicarme con calma y voz serena.
- Sinceramente no logro entenderlo.
Ladeo mi cabeza, frunzo mis labios y le doy una mirada llena de frustración.
-No importa hermano, quizá nunca logres entender. Ahora sigamos.
Niego un par de veces con la cabeza y caminamos entre los humanos hasta llegar a la habitación donde esta Dina sentada en una esquina tomada de la mano con un joven de unos veinticinco años, de ojos marrones, cabello rubio y tez clara.
-Ya vuelvo amor...me buscan.
Le dice Dina al muchacho mientras le regala una sonrisa y luego nos señala.
- Ok Sam.
Suelta su mano mientras deposita un beso en sus labios haciendo sonrojar a Dina, unos segundos despues ella se levanta de su silla y camina hasta la puerta.
-Vamos.
Dice en un gruñido, Azrael me mira divertido y yo frunzo mi ceño por su actitud.-
Nos alejamos de la habitación un poco mientras que Dina mira hacia atrás como asegurándose de que no nos hayan seguido.
- Sabes que debo llevarme esa alma, si te di un plazo hasta hoy fue por el tiempo que fuiste mi hermana.
Decido romper el silencio hablando primero conservando mi postura.
-Lo sé, pero no te puedo dejar llevar el alma de Kimberly, queremos que conozca a alguien especial..
Coloca sus manos sobre su vientre y yo la miro sorprendido.
- ¿Estas embarazada?
-¿Dina como pudiste embarazarte de un mortal.?
Interviene Azrael con el ceño fruncido, los brazos cruzados en su pecho y una mirada dura.
-Porque lo amo.
Alza la voz.
-¿Pero el sabe lo que eres? ¿lo que será esa criatura?
Vuelve a preguntar Azrael incrédulo de la situación.
- No lo sabe y tampoco tiene intención de decírselo.
Respondo por Dina después de leer su mente.
- No te metas en mi cabeza Adriel.
-¡Oh vamos..! ¿cómo puedes ocultarle algo así a ese mortal? No se supone que es a quien escogiste como tu pareja.
Dice Azrael mirándola fijamente, con si la estuviera analizando.
- Ese no es tu asunto. Y Darien no es solo mi pareja, es de quien me enamore, mi compañero para la eternidad.
- Si sabes que es MOR - TAL... ¿no?
Se nota el sarcasmo en sus palabras.
- Claro que lo sé Azrael, también sé que en algún momento su alma se cumplirá y cuando ese dia llegue solo tendre que esperar a que renazca, y nuestro bebé estara a mi lado esperando.
- Eso no está bien Dina... sabes que no funciona así.
Niego un par de veces con la cabeza cerrando los ojos.
- Ahora soy Samantha Reynols, así que les agradezco que dejen de llamarme Dina.
Escuchamos unos pasos acercarse y Dina se tensa.
- ¿Todo esta bien amor?
Pregunta el hombre a Dina pasando su brazo alrededor de su cintura de forma protectora.
-Si, solo hablo con mis hermanos.
- ¿Tus hermanos?
Pregunta sorprendido.
-Si, ellos viven lejos y han pasado por aquí saludarme ya que se tienen que ir pronto.
Dice algo nerviosa pero lo disimula bastante bien.
- Si, ya nos vamos, estamos hablando Di..Samantha.
Me despido serio.
- Esperen un momento, yo soy Darien, el novio de Sam.
Me extiende su mano y solo lo miro con arrogancia. Luego de unos instantes le estrecho la mano pero no le digo mi nombre.
-Lo sabemos.
-Hermano ve hacer lo que tienes pendiente. hablare un poco con nuestro cuñado, ¿así le dicen no?
Interviene Azrael tratando de calmar mi mal humor. Luego pasa su mirada de mi a Darien con una media sonrisa.
-¿Ehh? Si, así se dice.
Responde Darien extrañado.
《Ni se te ocurra llevarte esa alma Adriel》
Suelta Dina enojada.
《Es mi deber y lo cumplire. Y deberías aprovechar el tiempo que tienes con Darien, solo le quedan unos pocos años》
Decido advertirle ya que ella ya no tiene como saber cuando un alma esta próxima a cumplirse.
《No te atrevas》
《Sabes que cualquiera de nosotros puede venir a buscar su alma cuando sea el momento》
《ESO NO LO PERMITIRÉ》
《No depende de ti》
La miro con dureza y me alejo por los pasillos. Una vez que me aseguro de que nadie me ve me hago invisible, cierro los ojos y me aparezco en la habitación de la mujer que Dina dijo que se llama Kimberly, extraigo su alma.
Me aparesco al lado de Azrael, aún siendo invisible para el ojo humano, así que solo él y Dina pueden verme.-
《Vamos. 》
Le digo en tono serio. Azrael se despide de Darien dando excusas mientras Dina mira en mi dirección con rencor.
-¿Sucede algo Sam?
Escucho que Darien le pregunta a Dina ya que esta con el ceño fruncido, y como él siendo humano no me puede ver, parece como si Dina tuviera la mirada pérdida.
- Estoy bien, solo recordé algo que me hizo enojar.
-Siempre tu de enojona. Estamos en contacto cuñado, no se si Dina les dijo, pero estamos esperando un bebé.
Acaricia el vientre de Dina mientras ella lo mira con ternura y le sonrie.
-Si, ya nos enteramos... ¿Felicitaciones?
-¿Gracias?
- No le hagas caso amor, Azrael siempre es así de raro.
Se dan media vuelta para regresar a la habitación de Kimbery. Azrael y yo salimos del hospital, aún soy invisible así que Azrael habla en mi mente:
《Caminamos un rato, no para observar a los humanos, solo para hablar de lo que sea que te está pasando.》
《Esta bien, creo que nadie más que tu sería capaz de entenderme hermano》
Le doy una sonrisa ladiada. Lo sigo hasta llegar a un lugar apartado, me aseguro de que no haya ningún humano cerca y me hago visible.
-¿A dónde vamos?
- Algo me dice que Londres es una buena opción ahorita.
- Ok, aunque esta es la primera vez que estoy tanto tiempo entre humanos.
Me da una enorme sonrisa mientras nos hace aparecer en un parque solitario.
-Siempre vengo aquí, es un lugar tranquilo para pensar, y además hay algo que me llama, no sé que es, pero siempre me pasa aquí. Ahora dime, ¿Qué te sucede Adriel?
Caminamos hasta un banco y nos sentamos en el.
-No entiendo como Dina puede desobedecer tanto a nuestro padre, no le fue suficiente caer, se enamoro de un mortal y engendraron una criatura que no debería existir, otro soldado para Lucifer.
-No todo es n***o y blanco Adriel. Dina solo se quería enamorar, se confundió contigo, pero término encontrando ese algo por lo que cayó.
-Si pero...
-Pero nada hermano. A nosotros solo nos dicen que somos buenos y ellos malos, pero yo creo que hay más, debe haber más en medio de la historia.
Por un momento su mirada se pierde y se queda en silencio.
- ¿Azrael?
Le llamo confundido.
-Lo siento hermano, encontré que es lo que me llama a este lugar, regresa sin mi.
Se levanta y sale casi corriendo del lugar.
-Pero Azrael...
No digo más ya que está muy lejos.
Me levanto y comienzo a caminar perdido en mis pensamientos hasta que siento un escalofrío recorrer mi nuca, es algo extraño, miro a mi aldedor y noto que estoy parado frente a un colegio, siento la energia de diferentes especies aquí, nephilim, hechiceros, vampiros, lobos, mortales. Pero ninguno nota mi presencia decido mantenerlo asi haciéndome invisible, ni los sobrenaturales podran notarme. Camino por el lugar observando con atención, buscando eso que me llama.
Mi corazón late con fuerza, pareciera como si se quisiera salir de mi pecho, no sé qué me sucede, estoy nervioso, mis manos sudan y mi mirada se cruza con la de una chica de melena castaña, bajita de piel tostada y ojos verdes. Algo en ella me llama como la luz a la polilla, pareciera poder verme, pero es imposible, oculte mi presencia y ella no parece más que una humana común y corriente.
Una joven más alta que ella se le acerca haciendo que deje de mirar en mi dirección, siento algo extraño, algo asi como un vacío en mi pecho al ver como esa misma muchacha se la lleva casi a rastras, alejandola de mi, luego otra más grita el que creo es su nombre...
Alessia... -repito para mi mismo y sonrió de medio lado.-¿Quién eres Alessia?¿y por qué siento que tu aura me llama?