Atlas
Cambié a mi forma de lobo, volviéndome más apropiado para la vieja bruja.
―Allí, ahora dime dónde está el amuleto que tiene a mi pareja dentro.― Gruñí, dejándome caer sobre mi trasero peludo por frustración.
―No―, respondió ella sin emociones.
―¿QUÉ? ¡Cumplí con tu petición, vieja bruja! ¡DINOS dónde está el amuleto antes de arrancarte la maldita garganta!― Le mostré los dientes, lanzando un aviso al aire.
―Basta, Atlas. Agnes nos dirá lo que queremos saber.― Doris miró a la anciana con astucia.
―No estaría tan segura de eso, Doris.― La vieja alfombra de polvo se burló mientras cruzaba las piernas y ajustaba el gran vestido n***o que llevaba puesto.
Doris se acercó invadiendo el espacio personal de la anciana.
―Giren la cabeza, chicos. Necesito transformarme y después de las
