CAPITULO 1

1506 Palabras
Aike No sé porque mi padre se pone tan hostil con lo de las motos, yo siempre he sido responsable, digo tampoco es que no sepa manejar. Bueno tal vez exageré con lo de arruinar el jardín de la señorita Agatha en el instituto, pero en mi defensa, trató de humillar a una amiga que tiene beca en el cole. Y no puedo decirle a mi padre que la moto la saqué de las apuestas clandestinas, porque básicamente no sabe que es lo que apuesto. Pero no es tonto, sabe que me muevo en lugares no muy convenientes para él y su carrera. Por lo pronto esta semana estoy castigada, ya me presentó a mis nuevos guardaespaldas, no es que antes no tuviera, pero era muy fácil escaparme. Es extraño, pero contrato a 3 señores de unos 40 años, y a un joven Andrew que según mi amiga María, dice que está de muy bien ver, cuando le mande una foto de mis escoltas. Entro a la cocina, con mi traje de baño puesto y jumper sobre él, María y Evan, vendrán hoy a pasar un rato, y si Evan es mi novio, aunque no siempre lo considero como tal, pues nos conocemos desde hace 3 años, y empezamos a salir hace 4 meses, así que es algo nuevo. En la barra me encuentro con dos ojos enormes, y de colores diferente, esos ojos que conozco mejor de lo que quisiera. —Hola renacuajo—Me saluda Aiden tomando una manzana y sonriendo de esa manera tan engreída que odio. —¿Qué haces aquí? —Pregunto cortante —También me da gusto verte, renacuajo—Me revuelve el cabello poniéndose a mi lado. Aiden durante años fue mi amor platónico, como el de muchas otras chicas, de eso estoy segura, es un chico alto, fuerte, piel blanca bronceada, nariz recta y labios gruesos, y dos ojos que llaman la atención de cualquiera, pues tiene lo que se llama heterocromía, uno de sus ojos es azul y el otro café claro, pegándole a verde. Y me llama renacuajo porque soy muy blanca y tengo ojos verdes. Crecimos juntos y pasaron cosas, que terminamos alejándonos. —Pues a mí no—Le digo tomando mi jugo que hizo Nani, que es como le digo a Paulina, la abuela de Aiden. Tomo una manzana y cuando va a decir algo, llegan María y Evan que me saludan de manera amistosa ambos. Y los guio hacia la alberca, saliendo por la puerta de la cocina —Ey, renacuajo—Me grita Aiden, antes de salir—No te vayas a quemar tanto Dice riéndose y yo le enseño el dedo medio, pero justo en el momento en que entra Nani en la cocina y me mira con mala cara. Salgo corriendo para evitar un regaño. El día en la alberca es de lo más rico, el hecho de que este tranquila, calma a mi padre. Se que parece que no lo aprecio, pero mi padre es una persona genial, se ha esforzado por socializar conmigo, a pesar de su trabajo, y está presente cuando debe estar, no es fácil considerando su trabajo, y que mi madre ya no está. —¿Iras hoy? —Me pregunta Evan, y es por eso que aún estoy con él, porque es mi tapa perfecta para las carreras de motos, ninguno de los dos les gusta que vaya, pero al final siempre me apoyan. —Si, hoy es la final, no me la puedo perder —Tu padre te quito tu moto, después de lo del colegio —Ya conseguiré otra—De acuerdo aún no sé cómo lo haré, pero seguro no será tan difícil. Justo a las 11 de la noche, Mia me manda mensaje de que ya están esperándome afuera, así que salgo por la ventana y voy directo a la a la reja, llevo solo un pantalón n***o, con un top n***o, y una gorra, no me maquillo ni nada, no me gusta hacerlo. Llegamos al evento, en medio del desierto y como siempre es una maldita fiesta, por un lado, los corredores de motos, por otros los de carros, los que se meten en peleas por apuestas, un montón de alcohol y algunas drogas corren por algunos lugares. Evan, esta como siempre con unos jeans y una playera blanca, es alto lo que ayuda a que nadie cuestione su edad, y María, viene bastante arreglada con poca ropa, le encanta venir y poder vestirse así. —Lista para competir—Me dice Neo, un chico que casi no conozco, pero es amable, la primera vez que corrí, lo rete a él, traía una moto Yamaha que estaba en una bodega a nombre de mi madre, y le gane de una forma poco normal, la gente se quedó sorprendida, y de ahí me tienen en un buen grado de admiración. —Si, pero necesito conseguir una moto—Le digo y él sonríe —Úsala—Me arroja su llave, y me señala una Honda, que sé que gano hace un par de semanas. Le mando un beso al aire y él sonríe, haciendo el gesto según agarrándolo —¿Debes hacer eso? —Me dice Evan molesto —Me deja usar su moto, claro que sí. Me meto a una carrera donde el chico que esta, es un tipo que no me cae bien, hace unas semanas mientras bailaba con Evan, este tarado trato de tocarme el trasero, y casi se pelean, al final mejor nos alejamos del tumulto. Ya está en la línea de salida y yo llego con mi casco puesto, como traigo una sudadera de Evan es probable que no sepa quién soy, así que me saluda con calma con el puño. Dan la salida y arranco, derrapo la llanta trasera como es costumbre, y salgo medio segundo antes que él, y le saco solo un par de centímetros, me alcanza y puedo verlo por el casco, pero se acerca una curva así que, bajo la velocidad, y giro acostando totalmente la motocicleta, mientras el me trata de pasar por dentro de la curva, me río cuando le cierro el paso y tiene que frenar para no chocar, pero de manera astuta se abre, y lo sigo para evitarle el paso, acelera y me pasa por dentro. Trato de pasarlo en repetidas ocasiones, pero me quita el paso, una y otra vez. Se acerca la curva más cerrada está en un ángulo de 45 grados y es difícil tomarla, y más aún intentar pasarlo aquí, pero si no lo hago ahora, es probable que pierda, escucho a lo lejos gritar a la gente y me concentro en quien está frente a mí, me cierro para tratar de pasarlo por dentro mientras ambos disminuimos la velocidad, y él me cierra el paso, pero acelero y el acelera también, lo justo para volver a frenar, girar el volante y el hace lo mismo, miro sus cambios y necesito medio segundo para cambiar de nuevo la velocidad, acelero hasta el fondo, me abro controlando el volante y el tiempo en que se tarda en reaccionar es lo que necesito para enderezar la moto y salir de la curva acelerando a todo, para dejarlo atrás de mí. 5 segundos después llego a la meta, con 2 segundos de diferencia de él. Paro la moto. Y él se detiene justo enfrente se quita el casco, y es increíblemente hermoso cuando me quito el casco y ve que soy yo, y aún más que soy mujer. Se escucha un sonido de burla cuando ven que una mujer le ganó. Pero vitorean cuando me entrega las llaves de su increíble moto Honda. —Bien hecho—Dice y se da media vuelta, probablemente molesto. Yo me voy con Evan y María a un lado, y nos sentamos a ver las carreras, pero apenas empieza la primera escucho atrás de mí. —Vaya renacuajo—Lo observo y no sé si molesta o preocupada, nadie aquí sabe que provengo de la familia Ly. María sabe que tuve una extraña historia con él, pero Evan, digamos que no sabe mucho. —¿Qué haces aquí? —Le pregunto con molestia —Un poco de esto, un poco de aquello—Dice parándose frente a mi ignorando a mis dos compañeros—La pregunta más importante ¿Qué haces tu por aquí? —Un poco de todo —Corriendo—Me dice más que preguntar. Y mi mirada solo se queda sobre él—¿Supongo que no tienen idea de quién eres? —Y seguirá así—Digo de manera fría, pero sin dejarlo de ver a esos ojos tan extraños. —Eso depende—Levanto las cejas cuestionando—De si me da la gana, mantener la boca cerrada—Me dice se da media vuelta y se va, pero cuando queda un par de pasos hacia la pista se gira. —Linda noche renacuajo, y buena suerte—Me guiña un ojo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR