Aike
Cuando despierto, todos los recuerdos de la noche anterior invaden mi mente, santo cielo me acosté con Aiden, abro los ojos y el no esta, no sé como sentirme por ello, me tapo con las cobijas y su olor llega a mí, pero el olor que viene de la cocina esta increíble, y mi estomago gruñe, no sabía que el sexo daba tanta hambre.
Aiden es bastante ordenado, dejo mi ropa doblada, junto con un short y una playera suya, decido usar una playera suya y mis pantaletas. Salgo y Aiden está en la cocina sin playera, solo con short, cocinando algo, trae un trapo sobre el hombro. Cuando escucha la puerta de su cuarto gira
—Buenos días, hermosa—Me dice, dedicándome la mejor de las sonrisas, y apagando la estufa, se recarga en la barra.
—Buenos días—Le respondo, y muerdo mi labio inferior.
—¿Cómo
