CAPITULO 27 DOMANDO A LA BESTIA

1943 Palabras

Leandro Mackenzie Grité con furia cuando me sacaron a la fuerza del hospital. La rabia ardía en mi interior mientras deseaba con toda la intensidad de mi ser acabar con ese estúpido adefesio inútil e irreverente que se interponía en mi camino. —¡Basta! ¡Suéltame ya! —le grité al hombre de seguridad que me arrastraba fuera del hospital. El dolor de no poder ver a mi hermana esa tarde me consumía y me hacía hervir de ira. Debía sacar a Valentino del camino, y cuanto antes. Mi teléfono vibró insistentemente; era Danielle de nuevo. Su insistencia me exasperaba, así que rechacé su llamada sin pensarlo dos veces. Me subí al auto y cerré la puerta con fuerza, lanzando un suspiro de frustración mientras Rigoberto, mi chófer, me observaba por el retrovisor. —¿Señor, está bien? —preguntó Rigobe

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR