Capitulo 2 Boda (parte 2)

1347 Palabras
Micaela. Por fin termina esta odiosa ceremonia, velatorio, sepelio, o casamiento o como quieran llamarlo. Y nos dirigimos hasta el lugar donde está todo preparado para lo más importante. Comer, beber y bailar. Los novios se van no sé a dónde a sacarse algunas fotos supongo, para recordar dentro de cuatro o cinco años que se casaron y miren con nostalgia esas fotos, arrepentidos de este descabellado acto. Vaya forma de tortura, mirar las fotos de casamiento. Cada loco con su tema. Las damas de honor, o sea, Karla, Candela, pobre a ella también la condenaron a esto, y yo, tenemos una mesa cerca de la mesa de los novios. Pero mientras esperamos que los novios regresen decidí deambular por el lugar, no es que no lo haya visto antes, de hecho ayer tuve que venir a ayudar a decorar el lugar, pero quería saludar a mí amiga, que se encontraba despampanante con ese vestido pegado a su cuerpo. Con todo lo que pasó en su casa, con Max y con Beca, Katy había adelgazado mucho. Y aunque siempre fue hermosa con esos kilitos de más que según ella tenía, ahora lo era aún más, su cuerpo estilizado, sus caderas anchas y su trasero redondo hacía que ese vestido le quede muy bien, obviamente la obligué a qué se lo ponga. Y estoy segura que le queda espectacular porque observo a las chifladas mirarla con envidia hablando entre ellas con caras de molestía, seguro arrancando el cuero a mí amiga, y a Max preparando los instrumentos sin quitarle los ojos de encima. Lo bueno de esa relación es que tenía una víctima más para molestar. El tipo era un celoso, posesivo con mí amiga, y no lo culpaba, Katy es hermosa. Bueno no sé si es todo lo que dije, pero para mí sí. Todos los novios son insoportables. — Te dije que te quedaría hermoso — le digo acercándome a mí amiga y abrazándola, no había podido hablar con ella todavía, solo la vi en la ceremonia. —No me siento muy cómoda —declara avergonzada mirándose el vestido —. Se me nota mucho el trasero —murmura por lo bajo. —Créeme que si yo tuviera ese trasero querría que todos lo vean. —comento como diciendo la hora. —Sh, sh, sh — puso una mano en mí boca —, no quiero que todo el mundo se enteré. No me siento segura. No creo que el vestido me quedé bien. —explica apenada. Katy es así, tiene baja autoestima y por más que le hayamos asegurado que ese vestido la hacía ver hermosa no nos creí. Pero mí amiga sólo era tímida cuando se trataba de ella misma, y cuando estaba rodeada de personas que no conocía, porque cuando nos juntamos era peor que yo, sólo que en este último tiempo la superé, como había mencionado el noviazgo arruina a las personas. —Te queda hermoso —le asegura una voz procedente de atrás, y cuando nos dimos vuelta nos sorprendemos de verlo aquí. Bueno era seguro que iba a estar después de todo es el primo de Sara. Joaquín, es hermano de Karla y mejor amigo de Diego, el hermano mayor de Katy. Cuando Diego decidió irse a estudiar a Córdoba, Juaco se fue con él, sólo que Diego volvió con Fernanda su ahora mujer embarazada, y Juaco se quedó a terminar la carrera. Él se juntaba mucho con Diego y mí amiga, eran inseparables, incluso la defendía de los desplantes de su hermana. Siempre sospechamos que andaba detrás de Katy, y por un código entre mejores amigos, nunca se le acercó y no le insinuó nada. El código dice que las hermanas de tus amigos tienen bigote. Se le notaba a leguas que él estaba enamorado de ella, cuando le preguntamos a mí amiga si sentía algo por él, ella dijo que era como su hermano. Fue en un juego de verdad o reto que hicimos en la despedida antes de que ellos se fueran a estudiar. En ese momento vi como el corazón de él se rompía. Para defensa de mí amiga, ella nunca se enteró de nada. En realidad Katy nunca se enteraba de nada, ni de Max que lo vimos a leguas ni de Mateo. Ven, en el amor siempre alguien sufre. —¡Joaco! —expresa sorprendida al verlo y se abalanza y lo abraza— No esperaba verte. —expresa feliz. —Bueno, Sara es mí prima. En realidad yo no esperaba verte acá. —declara con una sonrisa. Juaco es muy guapo, no sé cómo Katy no lo veía, alto cabello oscuro ojos verdes, buen cuerpo. —Es verdad, Sara me invitó —explica con una sonrisa separándose de él. Él la mira embobado con un brillo especial en los ojos. Ay pobre infeliz, yo no quiero ver cuándo se le rompa él corazón de nuevo. —¿Cómo están Diego y Fernanda? —pregunta Joaquín. —Bien, ella está bien, con un buen embarazo. —no dice nada del idiota de su hermano, porque últimamente se estaba comportando como idiota, era mejor ni mencionarlo. —Te extrañé, enana - acaricia su brazo. —Yo también. Hace mucho no hablamos —expresa sincera. —Bueno si no me respondieras los mensajes con monosílabas, quizás hablaríamos más seguido —declara con una sonrisa. —No he tenido mucho tiempo —larga una sonrisa tímida que la hace ver hermosa y vuelve loca a los hombres, pero ella no lo nota. —¿Podríamos bailar después? —pregunta él entusiasmado mirándola fijó a los ojos. Yo miro embobada toda la conversación como un espectador de un partido de tenis o de ping pong. ¡Traigan pochoclos! (palomitas de maíz). —No creo que mí novia tengo tiempo —hace acto de presencia Max, cual macho alfa marcando su territorio, porque después de decir eso, posa una mano por la cintura de mí amiga, la atrae hacia él y le da un corto beso en los labios. —Hola amor —saluda Katy a su novio mirándolo enamorada. Juaco frunce el ceño y los mira confundido. —Él es Juaco, mejor amigo de Diego —Max odia a Diego por lo que le hizo una vez a Katy y por su cara no le gusta nada que lo mencione —y él es Max, mí novio —los presenta Katy feliz. La tensión es evidente entre ellos, y yo pensé que las bodas eran aburridas. Está boda definitivamente merece un Díez. Gracias Katy por haber venido. Estrechan sus manos en forma de saludo, pero Max jamás sacó la mano de la cintura de Katy. — Si nos disculpan, tengo que mostrarle algo a mí novia —remarca Max las últimas dos palabras, veo como Juaco aprieta la mandíbula y finge una sonrisa. —Nos vemos después enana —manifiesta Juaco dirigiéndose a mí amiga. —No creo, seguro va a estar ocupada ayudándome —responde Max, no dejando hablar a mí amiga, la toma de la mano y se la lleva. —Está muy linda —susurra Juaco para si, pero logro escucharlo. —Le hubieras confesado tus sentimientos —largo sin mas. —¿Cómo? —pregunta confundido, pero, parece entender lo que dije porque sigue diciendo —. Jamás se fijó en mí. Si no le hubiese hecho caso a Diego quizás la hubiese conquistado y hoy estaría con ella. Él me prohibió acercarme a su hermana. —expresa apenado. —Diego siempre fue un idiota. —exclamo —. Él no respetó el código de hermanos. Él salió con la amiga de su hermana —aclaro, y eso era cierto, él estuvo de novio con Silvia amiga de su hermana, nuestra amiga. Él parece reacción a lo que le digo porque frunce el ceño y me mira, yo le doy palmaditas en la espalda y me voy a dónde mí amiga, seguro Max le está atosigando haciéndole preguntas sobre quién es Juaco. Pero al encontrarlos parece que no. Porque le está comiendo la boca.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR