PG
Mientras caminabamos el resto del camino a su edificio, mis piernas se sentían temblorosas. Mi cuerpo seguía bombeando dopamina. Las cálidas luces que nos rodean brillan mientras entramos al edificio de Ajax. Ahora mi espalda esta contra la pared de piedra blanca y lisa de su asecensor privado. El ambiente es erótico, con la luz azul jugando contra el blanco. Ajax esta agarrando mis antebrazos, sosteniendo mis brazos sobre mi cabeza, presionandolos contra la superficie dura y lisa. Su sólida frente esta pegada a la mía. Nuestros besos fundidos me quitan el aliento.
Entonces, la frente de Ajax se presiona contra la mia mientras inhala profundamente y luego susurra. —Lo siento— con los ojos cerrados, trago saliva, sin poder controlar mi lujuria.
—¿Por qué lo sientes?—
—Por ir demasiado rápido— Mis ojos se abren. Él me esta mirando. Nuestros pechos suben y bajan al unísono. Traga audiblemente. —Te prometí un trago, y creo que deberías de tomar uno. Deberíamos tomar uno— El tiene razón. Nos movemos como dos autos de carrera, ansiosos por cruzar la línea de meta, y debemos de reducir la velocidad.
—Yo también lo creo—
Ya estando dentro de su departamento. Ajax me ha llevado a lo que el dice que es su habitación favorita en el ático, un estudio con vistas al sur de el Lago Michigan. Ya ha servido bebidas: un Malbec añejo para mi y un Tom Collins para el. Hemos tomado un par de sorbos de nuestros cocteles mientras nos sentamos comodamente en una alfombra blanca que es tan suave como el pelaje de un gatito, que se extiende frente a un gran sofá que pertenece a una sección en forma de U de cuero blanco. Me deleito en el momento y reflexiono sobre algo que dijo Ajax.
Mis ojos acarician una escena que vale millones de dolares mientras comtemplo los rascacielos que se extienden hasta el borde de la Michigan Avenue, y luego captura la vista hacia el Navy Pier más allá. No te pierdes nada por estar en lo alto. Aunque veo estas vistas desde la casa de mis padres, la vista desde el lugar de Ajax y su ático son mas impresionantes. Se ha convertido en un paraíso para solteros jovenes y atractivos. Su mobiliario es moderno y elegante, con las líneas definidas y tapizado con telas costosas y apagadas. Y las lámparas distintivas estan más allá. Miro la que se cierne sobre nosotros. Es cilíndrica y emite un brillo cálido. El vino, el paisaje, la iluminación y Ajax me pusieron de un humor sensual. Rompo el silencio.
—Bueno, yo no iba a ir a esa fiesta— le digo, pasando una mano por mi mejilla sonrojada. Me refiero a aquella fatídica fiesta de Nochevieja en la que nos encontramos por última vez. Ajax dobla las piernas, coloca los antebrazos sobre las rotulas y hace girar el hielo en su vaso.
—Hummm— dice pensativo
—Yo tampoco. Piero..— dice y. me mira como si ese nombre me sonara. —Mi primo, que conoció a tu a miga en la fiesta. Insistió en que saliera e hiciera algo— Frunzo el ceño, recordando vagamente al tipo con el que estaba Ajax. De hecho, su nombre era Piero. Cuándo regresé a mi dormitorio al día siguiente, mi compañera de cuarto Abby, aún no había regresado. Cuando finalmente llegó a casa, el nuevo día había florecido y nunca la había visto tan feliz. Nos acomodamos en mi cama mientras ella me contaba todo sobre las horas de ensueño que paso con un chico llamado Piero. También dijo que no le había dado su nombre real, especialmente después de enterarse de que era un Elrod.
—Demasiado rico— dijo, levantando la nariz mojigata.
—Mi familia es rica— le dije sintiéndome legítimamente a la defensiva. —Mi familia trabaja duro por cada centavo, y eso no nos convierte en malas personas— recuerdo que le dije. Abby suspiró como si mi respuesta la cansara.
—Ya lo se Peny. Pero los Elrod son unos idiotas pretenciosos y adinerados y tú lo sabes— Permaneci en silencio el tiempo suficiente para dejar caer la línea de conversación. Porque yo no lo sabía. El unico Elrod que conocía era Ajax, que no era ni pretencioso ni idiota.
—¿Por qué estás sonriendo?— la seductora voz de Ajax me devolvió al momento. Exhalo suavemente por la nariz.
—¿Tu primo alguna vez supo el nombre de mi amiga?— Ajax baja la cabeza y se ríe. El tiene un estado de ánimo muy relajado al igual que yo. Pero no. El no lo supo. El quería que te llamara para preguntarte por su nombre pero..— Se encoge de hombros. Asiento con la cabeza. No se necesitan palabras. Esa noche paso hace tantos años, fue una experiencia única. Ya era bastante malo que estivieramos juntos en este momento. Se volverían locos si mi familia supiera que Ajax fue mi primero. Y, por supuesto le mentí acerca de estar tomando la píldora. Eso me persiguió durante varios días. Durante unos días recé para que no me llegara la regla. Pero también temía lo que sucedería.
Si Ajax me hubiera dejado embarazada. Mis padres se habrían decepcionado de mi. Pude ver al tío Louis, el hermano de mi papá y el padre de Amaya, mirándome como si hubiera traicionado a mi abuelo y lo hubiera hecho revolverse en su tumba. Cuándo finalmente llego mi periodo, me sentí aliviada, no creo que yo podría haber soportado ser la deshonra de la familia. Entonces no era tan fuerte como lo soy ahora.
—Su nombre es Abigail Torres— Tomo otro sorbo de vino. —Deberías decirselo. A ella le gustaba mucho— Su gruñido pensativo se siente como música para mis oidos.
—¿Siguen siendo amigas?— Cuando asiento, mi cabeza se siente flotante.
—Si, lo somos— El tararea como si le gustara que ella y yo todavía estemos en contacto la una con la otra. Luego arquea una ceja.
—¿Seguimos siendo amigos?— Mis cejas se disparan.
—¿Alguna vez fuimos amigos?— Ajax se ríe suavemente.
—Pensé que lo eramos—
—¿Cómo está eso?—
—Me salvaste la clase del Sr. North— levanto la copa cerca de mis labios.
—Ah. Escuela secundaria. Si, nosotros pasamos mucho tiempo juntos en el laboratorio de computación— levanto un dedo de manera significativa.— Aunque fingiste no saberlo fuera del laboratorio de computación—
—Pero eso fue en ambos sentidos—
Mi cabeza se siente tan flotante cuando asiento con la cabeza que no parece que este asintiendo.
—Pero tu eras más popular. Si hubieras hablado primero, entonces te habría respondido algo. Tú. Ajax Elrod, tenías todo el poder— Cierro los ojos, apoyando la nuca en el sofá. Parezco relajada, pero estoy ansiosa por escuchar lo que tiene que decir. Pero Ajax sigue en silencio, así que abro un ojo para ver cual es el retraso. El me esta mirando con una expresión firme e ilegible. Ahora abro ambos ojos.
—¿Qué pasa?— Sus labios simulan una sonrisa.
—¿Recuerdas nuestras conversaciones?—
—Nunca las olvidaré— Dejo mi copa de vino medio llena sobre una mesa de centro negra que parece un bloque de granito. —Dijiste que no te gustaba que tus hermanos te trataran como un adolescente. A pesar de que eras un adolescente— me rio. Me guiña un ojo sexy.
—Siempre fui un hombre adelantado a mi tiempo— dice, sonriendo.
—No puedo refutar eso— Nuestras miradas se demoran apreciativametne el uno en el otro. El es increiblemente guapo. Me tenso cuando la punta del largo dedo de Ajax traza mi ceja y luego baja por un lado de mi cara. Apenas puedo creer que me este tocando con tanta facilidad. Libero el aliento que he estado conteniendo después de que su dedo completa su recorrido.
De repente se sienta como si no fuera consciente de lo que acaba de hacer. —Extrañabas a tu abuelo— susurra y luego tose para aclararse la garganta. —Y odiabas la ciudad de Chicago, por eso estoy gratamente sorprendido de que todavía estes aquí. ¿Como lo dijiste?— sacude su dedo mientras sus ojos se estrechann pensativamente. —Huele como el basurero de la ciudad— Mis hombros tiemblan mientras me rio.
—Es una aroma exótica ¿no?— Ajax se ríe. —Pero..— suspiro. —Chicago es como un novio rudo y brusco del que te enamoras con el tiempo—
El gruñe con curiosidad. —¿Entonces te gustan los hombres rudos y bruscos?— Riendo, niego con la cabeza.
—Nada de eso—
—Entonces, ¿cómo te gustamos?—
—¿Enserio?—
—Si— Suspiro energéticamente mientras mi mirada vaga por el rostro que he comparadao con todos los intereses amorosos posibles que he conocido. Quisiera decir "Me gustan como tú, Ajax. " Pero no puedo decir eso. Es demasiado temprano en nuestra re asociación para admitir eso. Así que dejé que mi cuerpo se hundiera lo suficiente para descansar la parte posterior de mi cabeza en el cojín del sofá. —Oh, Ajax, tengo problemas clásicos con los padres. Aunque estoy bastante segura de que sentirme atraída por un hombre que tiene las cualidades de mi padre me ha servido mucho—
—¿Oh, si? ¿cómo es eso?—
Me encojo de hombros. —En primer lugar, mi papá trata a mi mamá como si ella estuviera hecha para él y él para ella. También es ambicioso y fuerte y sabe como conquistar sin dejar de ser una buena persona. Por supuesto, le gusta que las cosas se hagan a su manera, pero es justo. Escuchará atentamente un punto de vista diferentre y hara los ajustes necesarios a su tablilla de creencias si ha sido persuadido— estoy sonriendo para mi misma, pensando en mi papá. —Aunque aveces me vuelve loca y ha sido propenso a traspasar mis limites por mi "Bien mayor" hay muchas razones por lo que lo admiro.—
—¿Albert Gray?— suena completametne sorprendido. Levanto la vista de mi regazo y miro a Ajax. Parece gratamente sorprendido.
—Si—
Su sonrisa es deliciosa. —Entonces no puedo esperar para conocerlo— Levantó las cejas con cautela. Al leer la expresión de mi rostro, Ajax se ríe. Ambos sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo.