Alexander Encontrar a Jennifer fue el menor de mis problemas comparado con el estado en el que la vi. El Castiglione della Pescaia era enorme y según Bianca, era uno de sus lugares favoritos a la hora de hacer turismo. La inmensidad del lugar solo me representó una odisea en medio de la búsqueda. Tal y como me lo contó, la hallé en compañía de Fabrizio en uno de los patios laterales, forcejeando y en una situación muy comprometedora. Tuve que tomarme varios minutos para procesar lo que oí mientras me escondía tras la columna de un portal de piedra cercano. “¿El bebé que esperaba Jennifer era tuyo?” “¡Esa era la puerta de salida a todos nuestros problemas! Con él podíamos destronar a Alexander de ese tonto pedestal en el que el abuelo lo tiene, dejar a Gian Monti de lado y… Lo arrui

