El lord se había presentado frente a la casa de Rosalie después de unos meses, a viva voz, porque el año de espera ya había sido cumplido y Rosalie mientras tanto, ya tenía la bendición de su difunto esposo Peter.
Ella salió de su casa para ve de que se trataba, aunque sabía muy bien que era el lord Jhon, arrodillado con un anillo de bodas en su mano, pidiéndole que le acompañe en la eternidad, que si existía una eternidad quería una de ellos dos juntos y pedía que Rosalie lo aceptara como esposo y como acompañante de esa eternidad. Aunque el joven lord no sabía, que Peter observaba desde esa eternidad y que nada se parecía a lo que el joven Jhon seguramente se imaginaba. Acompañarse en la eternidad era oscuro, pero el lord no tendría las agallas para una eternidad en la oscuridad.
Com
