No podía ser siquiera cierto que lo que le dijo su hyung ayer sea verdad ¿por qué? ¿Por qué simplemente había despedido a una maquilladora? era absurdo
— Jeong, apúrate —le apresuró su mayor, ahora el castaño solo quería dormir un poco más, pero sintió un jalón en sus pies
— ¡no iré! —gritó ya levantándose de su cómoda cama
Cuando examinó mejor el panorama pudo darse cuenta que había dos maletas, sus maletas, al lado de Young
— Ya he empacado tus cosas —comentó el mayor mirándolo serio
— ¿mis cosas? Todas mis cosas no entran ahí Young ¿por qué, ya no me quieres hyung? —se atrevió a preguntar con los ojitos brillosos
“Te convenceré”
Young soltó una carcajada haciendo al castaño arrugar su frente en una mueca de confusión
—Ya no sirve ese truco conmigo, Jeong. Ahora vístete que el auto espera afuera —el menor negó cruzándose de brazos— entonces irás con tu pijama
•••
Seung se encontraba refunfuñando como gato siendo llevado a la veterinaria, cruzado de brazos y sin decir ninguna palabra, mirando la ventana
Su hyung le había jalado del cabello para que fuera al auto, tuvo poco tiempo para cambiarse porque vamos, él era Jeong Seung, jamás saldría con pijama, aunque si así fuera de todas maneras se vería sexy
— Ya deja de estar así Jeong, que pareces un viejo estreñido —se burló del menor viendo quien sabe qué en su Tablet
Seung por obvias razones no hizo caso, quería que Young se diera cuenta que lo que le estaba obligando hacer era una idea hueca
— Por cierto, yo vendré a visitarte todos los días o bueno, la mayoría que pueda. Si alguien me avisa que has salido para volver a tu casa ahí si me vas a conocer Jeong —sentenció el rubio como amenaza, cosa que el castaño le entendió muy claro
Sintió como el auto que los llevaba se detuvo, aparcando fuera de un edificio de diez pisos, dándose cuenta que ese era su tortura
— ¿de cuantas estrellas es, ah? —preguntó disgustado, el edificio era alto, pero no lo suficiente a lo que él estaba acostumbrado a ver
— ¿importan? Ya te lo advertí Jeong, tengo ojos por todos lados
Dicho eso el mayor bajó del auto, y su chófer comenzó a bajar cuatro maletas
— No puedo creer que necesites tanto, dos estaban perfecto —comentó el rubio jalando dos maletas, y agradeciendo a su chófer
—No sé cuántos días pasaré en este cuchitril
Young rodó los ojos, indicándole a su chofer que lo siga ya que este llevaba las otras dos maletas sobrantes
— ¿él acaso acaba de llamar esto cuchitril? Esto es como una gloria si tan solo pudiera vivir aquí —susurró el mayor de los tres, guardando las llaves del auto en su bolsillo
Young se rió por el comentario de su chofer, negando, cualquiera desearía la vida de Seung, menos él que estaba tranquilo con su cargo de mánager
— Buenas tardes, ¿el departamento sesenta y dos? —preguntó a la joven que se encontraba como recepcionista
— Está en el quinto piso —respondió, pero como vio el rostro confundido del rubio, siguió hablando — Nuestro botones lo llevará a su departamento
Uno de los jóvenes que se encontraba en una esquina aparte fue llamado por la joven
—Mark porfavor lleva a estos clientes a su departamento —pidió amablemente, este asintió indicándole que les siguiese
Seung se estaba preguntando varias cosas en este momento ¿acaso su hyung ni siquiera había visto el departamento y lo pensaba dejar ahí?
—Este es el ascensor del hotel, solo se marca el piso que quiere y lo lleva ahí, tiene azotea e incluso sótano que no es muy servible —comenzó a explicar mientras los tres ajenos entraran al ascensor con la maleta
El ascensor era muy espacioso que hasta incluso podían subir diez personas
— Hay una piscina grande y ancha en la parte de atrás, aunque con poca agua —rió de su comentario y Young también rió con él
Cuando el ascensor sonó y marcó el cinco supieron que habían llegado a su destino, las puertas se abrieron dejando ver pasillos espaciosos y puertas con distintos números
— En cada piso hay como diez departamentos, aunque desde el piso tres los departamentos son más espaciosos y del siete se vuelven más chicos, por eso es preferible que escojan entre el piso cuatro, cinco y seis. Tienen suerte
Seung por un momento se sintió bien, por lo menos le había tocado un buen piso porque andar pegado con las personas no era lo suyo ni por muy poco
— ¿su número? —preguntó el botones, cuyo nombre era Mark
— El sesenta y dos —respondió el castaño recordando el número de su departamento
Mark asintió con una sonrisa grande en su rostro ¿eso era buena o mala noticia? Caminando ayudó con las maletas al rubio, deteniéndose en una puerta marrón
62 (Sesenta y dos)
Los números y letras estaban bordadas en dorado, por lo menos eso era bonito y llamativo, viendo al frente de su puerta otra del mismo color, pero con diferente número
63 (Sesenta y tres)
Su nuevo vecino de piso a quien posiblemente vería todos los días ni bien salga de su departamento
Como odiaba tener que compartir espacios con las personas, ni siquiera en la pasarela soportaba estar con esos modelos que no le llegaban ni a los talones
Escuchó como la puerta se abrió, saliendo de sus pensamientos entró a su nuevo departamento
— wow Seung, es demasiado grande —comentó el chofer de Young
¿grande? Eso es solo el espacio de mi baño y habitación
— Acá se encuentra la cocina, su habitación está más al fondo y su sala es esta —le indicó el botones
Seung no cocinaba, para eso tenía a Young e incluso a sus empleados
Había un sillón color beige largo en la sala, una alfombra marroncita y al frente de esta había un taburete para poner su Smart
La cocina era de tonos oscuros y claros, para ser exactos era n***o con blanco y gris en algunas partes pequeñas, muy espaciosa
— Como cortesía del hotel tiene un refrigerador para que ponga su comida o bebidas, ya saben, el jefe quiere que todos se sientan queridos —bromeó el botones haciendo reír a sus dos mayores
Seung asintió, por lo menos tenía algo ahí, dirigiéndose a donde es su habitación, abriendo la puerta blanca
Una cama matrimonial completamente blanca, con sábanas blancas y almohada del mismo color
— ¿Te gusta? Le pedí a Wang que traiga un colchón cómodo, eso sí, las sábanas las lavaras tú, y tu Smart ya está siendo traído por Wang nuevamente
Sus ojitos brillaron, por lo menos Young si pensó en él
—pensé que no habías venido —comentó sentándose en la cama
—y no lo hice, solo mandé la dirección y él se encargó del resto
— Wang siempre tan eficiente —el mayor asintió, él era uno de sus mejores trabajadores y también el que soportaba a Seung
Young sonrió y salió de la habitación para seguir dejando las maletas con ayuda de su chofer, sabía que el castaño iba hacer otras maletas con pura ropa, por eso él pensó en todo
En las maletas que él tenía aparte había empacado lo que Seung usaría en su mayoría de tiempo, como la laptop con el cargador y cargador portátil, peines y acondicionadores. Y en la otra algunas bebidas y frutas, con una que otra golosina
Kim Young pensaba en todo, menos en él mismo.