Capítulo 18. Confía en mí cariño, es lo mejor. Grazzia tomó la pastilla con una sensación amarga en el corazón, intentando procesar lo que realmente significaban las palabras que había dicho su esposo. Se dio cuenta de que, para él, su cercanía y los momentos que habían compartido eran solo unos momentos más en su matrimonio, mientras que, para ella, habían sido algo mucho más profundo, llegándose a preguntar ¿si todo lo que ocurrió anoche había sido preparado por su esposo desde hacía tiempo?, por qué por más que quería negarlo, Grazzia no podía imaginar que Salvatore tenga ese tipo de pastillas en el bolsillo de su chaqueta, ya que no era lo mismo a tener una tarjeta de presentación… El desayuno que sería tan romántico y soñador terminó siendo un momento silencioso. Grazzia intentando

