Capítulo 16
Un Abrazo
Una suave brisa había traído consigo las nubes que lentamente comenzaron a opacar la luz del sol cuando este estaba en lo más alto del cielo, pronto un gigantesco nubarrón se alzó en el cielo y nublo el bello día que había hecho durante la mañana. En el patio de la escuela algunos charcos no se habían secado aun por la lluvia del día anterior, sin embargo, eso no limitaba a Helena que junto con otra niña pequeña jugaban a atraparse, corriendo de un lado para otro. Al tiempo que el pobre Antonio estaba en el salón de clase como si estuviera detenido por un delito, la maestra estaba sentada en su lugar esperando el niño cumpliera el tiempo del castigo. Los brazos de Antonio comenzaban a temblar debido a la fuerza que utilizaba en sostener los pesados libros a cada ext
