Capitulo 3

1182 Palabras
NARRA ISABELLA. En estos momentos deseo desaparecer. Les pondré en contexto. En la reunión me estuvieron hablando de algunas cosas, de ayudar a otros alumnos que estarán ingresando con becas ¿Y saben que más? Ahora quieren que ocupe el cargo de presidente del concejo, Víctor, termina este año y dijo que yo era la mejor candidata. Le dije que lo pensaría y me fui del lugar. Después me retire del instituto, regrese a mi casa, evadí todo el tiempo a mi madre. En estos momentos me estoy preparando para ir al instituto, me amarro el cabello en una coleta alta y me pongo el uniforme el cual consta de una camisa blanca de manga larga, una pollera no tan larga, unos tres dedos por arriba de la rodilla, una corbata de color n***o y, por último, un saco del mismo color. Si les soy sincera, hoy no tengo ganas de ir al instituto lo único que quiero es ir a un lugar tranquilo. Pero no siempre se hace lo que uno quiere. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras, al bajar puedo ver a mi madre perfectamente arreglada. Es una mujer bastante hermosa, ojos claros, cabello de color castaño claro, piel blanca y un cuerpo de infarto. Lástima que este tan mal de la cabeza y sea una completa loca. -Buenos días, Isabella- dice ella con alegría al verme. Yo por mi parte la miro escéptica por su extraña actitud. Jamás en mi vida me dijo algo con ese tono de voz. -Buenos días- digo cortante y evadiendo su mirada. Agarro mis cosas y me dirijo a la puerta principal. - ¿Acaso no vas a desayunar? - me dice con su extraña voz alegre y por primera puedo ver felicidad en sus ojos. -No tengo ganas- digo con desinterés y puedo ver el fantasma de un ceño fruncido. Se que está tramando algo y no le daré el camino tan fácil a lo que está tramando. Esta inquieta y ansiosa, en sus ojos veo odio dirigido hacia mí, trata de camuflarlo, pero ante mis ojos es inútil. -No sé lo que tramas, es mejor que dejes tu idea de matarme y quedarte con mi dinero, principalmente con esas joyas que son de MI pertenencia y no dejare que TU me lo arrebates- termino de decir eso y salgo de la casa. Ella es tan hermosa, pero tan jodidamente avariciosa que me dan ganas de arrancarle cada cabello de un solo tirón. Empezando otro día más en mi mierda de vida ¿Cuándo me pasaran cosas interesantes? NARRA ALESSANDRO. Veo a la mujer que tengo en frente y me dan ganas de matarla o, mejor dicho, torturarla de las peores formas. -Eres una desgraciada- le digo con veneno en mi voz, la ira que tengo es demasiada. -Es por el bien de ella que la aleje- veo determinación en su mirada. Maldita perra. -Por su bien dices- suelto una carcajada sin gracia- me arrebataste a mi única hija mujer- por un momento veo miedo en su mirada, pero vuelve a su mirada serena- pagarás la traición que hiciste. -Si quieres mátame porque no me arrepiento de alejarla de tu lado, esta organización la hubiera arruinado a tan temprana edad- veo odio en su mirada- ella sufriría a tu lado, sufriría al lado de los bastardos que llamas hijos... - ¡ME HAS DADO CUATRO HIJOS VARONES AZUMI! - digo explotando de la ira- y no son solo míos también son tuyos, solo te pedí una hija y al tenerla me hiciste creer que estaba muerta ¡¿ACASO CREES QUE DEJARE QUE DIGAS ESAS ESTUPIDECES?! - ¡SI TE DI CUATRO HIJOS VARONES Y NO SABES CUANTO ME ARREPIENTO, ME ARREPIENTO DE ESTAR CONTIGO, DE CONOCERTE, DE ACEPTAR EL MALDITO TRATO, Y MUCHAS COSAS MÁS! - dice ella descargando su ira, yo estoy peor que ella, nuestras respiraciones se vuelven violentas. - ¡ERES UNA MALDIRA HIJA DE PUTA! - esto está llegando al extremo- ¡GUARDIAS! - entran dos hombres completamente armados- lleven a la señora Azumi a los calabozos del palacio y denle 100 azotes- una sonrisa maquiavélica adorna mi rostro. Los guardias se la llevan mientras ella pide a gritos que la suelten. Tengo que encontrar la forma de buscar a mi hija, no sé en donde está, en que país, continente, ciudad ¡MIERDA! - ¿Qué acaba de pasar, padre? - dice uno de mis hijos, él es mayor de todos, el primero en nacer. -Llama a todos los líderes que conforman está organización junto a tus hermanos, tendremos una reunión de forma urgente. -A tus ordenes, padre- dice él y se retira. En estos momentos me pregunto ¿Cuantas cosas me estarán ocultando? Tendré que ordenar una inspección en el harem. Una de las tantas reglas de esta organización establece que, ninguna mujer puede abortar un embarazo, en caso que lo haga será castigada de crueles formas; cosa que no es nada para mí. Pero que idiota, olvide presentarme, soy Alessandro Kozlov, cuarenta años edad, soy bastante alto casi dos metros de altura, ojos azules claros, cabello rubio y cuerpo perfectamente definido. Qué más puedo decir, soy el gran líder de la mafia reinante, la mafia más poderosa de todas. Tengo catorce hijos varones, cinco concubinas principales, tenía quince años cuando tuve a mi primer hijo. Obtuve el mandato cuando tenía veinte, el anterior líder dejo el mandato al ver que yo era más capaz de liderar a la organización. Sobre mis padres no tengo mucho que decir, mi padre es el anterior líder de la organización y mi madre era una de sus concubinas. Soy ruso al igual que la mayoría de las personas en esta organización, mi madre es de Italia, pero de los orígenes de ella no se casi nada, solo que es italiana. Me dirijo a la sala de reuniones para dar anuncio a las mafias y mandar a buscar a mi hija. Al llegar noto como todo sigue vacío porque nadie todavía se presentó. Me siento en mi lugar de la enorme mesa de esta sala y pacientemente espero la llegada de todos. Poco a poco van viniendo hasta estar todos aquí. -Convoque está reunión, para dar anuncio de la amada princesa de la organización, ella sigue con viva- muchos murmuran cosas entre ellos, pero paran casi al instante- Su paradero no se sabe, todos se encargarán de buscarla y encontrarla. El que no pueda con esa simple tarea ya saben lo que les va a pasar- digo lo último con tono amenazante, todos inclinan su cabeza y se retiran del lugar, menos mis hijos. -Entonces nuestra amada hermana si está viva- dice uno de ellos. Lo miro tan detalladamente que veo su nerviosismo. -Si está viva, pero no se sabe en donde se encuentra- termino de decir eso y todos se levantan. -Ayudaremos a encontrarla y hacer que regrese a su hogar- dice mi hijo mayor y se retira, acto seguido se retiran el resto de mis hijos dejándome completamente solo. Te encontraré hija mía... SOFIA TORALES. ################################################################################################################################
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