Madre...
Su figura tan delicada, tan bella y hermosa como una hermosa flor. Sus bellos ojos claros, su cabello rubio, su aroma, todo de ella lo extraño. Todos estos años de angustia y sufrimiento desaparecen al ver a la mujer mas hermosa; mi adorada madre.
Me hacerco a paso lento y ella me extiende sus brazos, la abrazo como tanto quise, lloro en sus hombros como aquel niño que un dia fue apartado de lo que mas amaba.
-Hijo mio, te extrañe todos estos años- me dice separandome con delicadeza, sus suaves manos limpian las lágrimas de mi rostro- ya eres todo un hombre, cuando te expulsaron eras solo un niño- sus ojos derraman lágrimas de dolor y arrepentimiento.- Si hubiera hecho más tu no te hubieras separado de mí.
-Madre, mi hermosa y también inteligente madre, sufriste un infierno en la organización, mataron cruelmente a tus hijos. Alessandro es un desalmado al quitarte tu poder y expulsarte de la organización- el enojo de solo pensar todo lo que sufrio por culpa de ese imbecil que se hace llamar mi hermano.
-Todos estos años suplique para que puedan buscarte, espere tanto,fui golpeada y humillada por querer buscarte- se merecen la muerte todos los que la hicieron sufrir- tu padre y tu hermano me dijeron que te buscaban, me alegre al escuchar eso hasta que dijeron que era para matarte- rompe en llanto y ahora es ella la que llora en mi hombro, la abrazo para que después de mucho sufriminto pueda tener consuelo, el consuelo de que su hijo esta vivo.
-No quiero interrumpir el momento- dice Alexei parado a un lado de su escritorio- pero necesito hablar con ambos- dice con total seriedad, ayudo a mi madre a sentarse y me siento a un lado de ella.
Alexei se sienta en la silla de su escritorio y nos mira con alegria y con seriedad a la vez.
-Quiero que se queden en Rusia, aquí nada va a pasarles y podre protegerlos- nos dice con amabilidad, mi madre asiente y yo solo miro a Alexei.
-Mi madre se queda en Rusia, pero yo no- mi madre me mira sorprendida y con miedo- me instale en un país latino y me va bien, tu país es bueno para quedarnos, pero no es bueno para que yo me quede- mi madre me agarra la mano- en donde estoy es territorio enemigo de la organización entonces no tengo riesgos.
Alexei me analiza, queriendo sacarme alguna otra razón para no quedarme. Suspira rendido y solo asiente.
-Hijo, no quiero separarme de ti, quedate aquí o dejame ir contigo- me dice con suplica. No puedo negarme, es mi madre, mi razón de existir.
-Si deseas puedo cambiar los documentos de su identidad, señora Kozlova- dice el y mi madre hace una seña interrumpiendolo.
-Señora D´Angelo, ya no quiero tener nada con la organización- dice ella con una sonrisa- me cambiare el apellido al que mi hijo decida usar.
-Que así sea- digo con una sonrisa.
Fin del flash back.
Desde entonces adoptamos el apellido castillo, creando alianza con la mafia española, enemigos juntos con otras organizaciones de la mafia reinante.
-Va a ser la primera vez que voy a ver a Isabella- dice mi madre emocionada- ¿que pasa si no le agrado? ¿y si le caigo mal?
-Madre, ella es una niña hermosa, amable, inteligente y muy igual a tí. Se que se llevaran de maravilla- le digo sonriendo y ella se emociona más- Isabella tiene un gran parecido con Alessandra, son identicas- le digo y su expresión cambia.
-Isabella es como mi niña, la niña que eligio la muerte antes que casarse- dice con tristeza.
-Alessandra, tenía toda una vida por delante, pero por culpa de Alessandro y mi padre ella murio- digo con enojo- manche mi nombre, mi honor, mi orgullo, solo por ella- el rencor al recordar ese espantoso dia.
-Tu no la mataste, ella murio por culpa de...
-Señores Castillo, abrochen sus cinturones que vamos a aterrizar- dice la azafata y mi madre va a su lugar.
Me abrocho el cinturon y la emoción de ver a mi hija me llena de felicidad. Aterrizamos y mi ayudo a que mi madre baje del jet.
Este clima tan acogedor de Paraguay ya lo estaba extrañando.
-Es horrible este calor, no lo soporto- me rio ante el comentario de mi madre-. caminare detrás de ti, adelantate.
Al hacercarme cada vez más a las puertas de este aeropuerto, logro distinguir a una niña de cabello largo y rubio, también a mi amada esposa, que tuvimos que armar dramas por el bien de Isabella.
-No aparece- la escucho decir con enojo y mi sonrisa se extiende al recordar su voz.
-¿Quién no aparece?- le digo serio y y ella voltea a verme.
Salta a mis brazos, esta alegría de poder verla de nuevo es indescriptible, la abrazo fuerte, extrañe su presencia, todo de ella.
-Padre, te extrañe demasiado- lo dice con pequeñas lágrimas de felicidad.
-Cariño- escucho decir a mi adorada esposa, tan bella como siempre, aparto con delicadeza a mi hija y me acerco a mi esposa, al tenerla cerca la abrazo por la cintura y la beso tan apasionadamente, extrale su olor, sus labios.
-¿Quién es ella?- me separo de mi esposa y la miro con tanta dulsura y ella igual, miramos a Isabella que señala a mi madre y sonrio.
-Isabella- digo acercandome a mi madre- ella es tu abuela- digo sonriendo.
-¡ELLA ES MI ABUELA!
-¡ELLA ES MI SUEGRA!
Me rio ante las respuestas de ambas, están completamente sorprendidas. Mi madre abarza a mi esposa y luego se acerca a Isabella, la mira con amor y la abraza, mi hija corresponde a su abrazo.
Este es un nuevo comienzo..
Narra Alessandro.
Sigo pensanso en el lugar en el que se encuentra mi hija, quiero que ella regrese a la organización, que regrese a su verdadero hogar.
Miro a Azumi acostada en la cama, inconciente, herida, por una parte se lo merece.
-Señor- me dice uno de mis subordinados- tiene que ver esto- me extiendo la notebook con una grabación.
Agarro la notebook y el se retira, reproduzco el video y puedo ver a una belleza y a una niña, parecen inquietas y desesperadas, hasta que ven a un hombre alto, la niña la abraza, la mujer lo besa y aparece otra mujer y termina la grabación.
Espera un momento, la niña es Isabella, el hombre es Adriano, la mujer más joven es su esposa y la otra mujer es...¿Mamá?
-Mi hija esta con Adriano- dice Azumi, no se en que momento se desperto ni en que momento también miro el video.
Salgo de la habitación y me comienza a consumir la ira.
-¡ADRIANO HIJO DE PUTA, JURO QUE CUANDO TENGA LA OPORTUNIDAD TE MATARE!- digo con total rabia, rompiendo todo lo que se encuentra a mi paso.
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