Indie parecía inquieta mientras caminábamos desde su pequeña casa de piedra hasta la manada, hacia la casa de sus padres.
—¿Estás bien, cariño? —pregunté, no me gustaba sentir que estaba nerviosa.
Ella solo sonrió y asintió, algo no parecía estar bien, ¿estaba preocupada de que su familia no me fuera a gustar? Durante los últimos días, cuando hablamos de casi cualquier cosa, apenas mencionó a su familia, lo cual me pareció extraño ahora que lo pensaba, ya que hablé mucho de la mía. Tal vez ella no pensaba que ellos me considerarían una pareja adecuada... No había pensado en eso.
—Ya llegamos —dijo ella, mientras subíamos por el camino hacia una casa de ladrillos rojos, que era una copia exacta de las demás. La única diferencia era que tenía una puerta roja, mientras que la mayoría de la
