23 – Los nombres que no se olvidan

1581 Palabras

Capítulo 23 – Los nombres que no se olvidan Carlos se quedó mirando a su hijo dormido sobre el sillón de su oficina. Esa misma oficina donde, años atrás, lo había tenido sentado sobre sus rodillas mientras hacía cálculos con la computadora abierta y una libreta de proyectos al costado. Ahora lo tenía ahí, convertido en un hombre caído. Pero para él… seguía siendo su niño. Su Martín. La luz cálida de la lámpara de escritorio le dibujaba las ojeras, el ceño levemente fruncido, los labios apretados. Como si incluso en sueños no pudiera soltarse. Carlos lo conocía. Era de los que se quebraban por dentro sin hacer ruido. Afuera, la ciudad dormía. Adentro, su corazón estaba herido pero hervía de rabia. Dejó el celular sobre la mesa, con el mensaje de Clara aún visible: > “Estamos b

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR