Capitulo 1

1382 Palabras
Presente La calle Menorca estaba alborotada de personas,  los empleados apurados descendía del prominente edificio esquivando a los transeúntes que circulaban a toda prisa, lo cual no era extraño ya que era una zona muy importante de Madrid, típico del Barrio Ibiza, donde los magnates de los negocios desarrollaban sus dominios pero aun así un vehículo llamaban la atención de todos lo que pasarán por allí, un Bently color gris que esta estacionado en la entrada de la empresa YY&K, muchas personas ociosas miraban con lastima este vehículo, la familia Krust no era vegetariana no sabían a quién provocaban probablemente se arrepentirán luego, pensó más de uno.  Sin tener idea de que dentro se encontraba un elegante joven, prominente tanto que se asemeja a la palabra perfección, su cabello rubio brillaba con los leves rayos de sol que ingresaban por su ventana produciendo un resplandor dorado sobre él siendo casi angelical no obstante contrariamente sus prominentes facciones junto a sus oscuros ojos que son como la noche remarco su piel pálida dando la necesidad de probar lo prohibido, su traje no podía ocultar su espalda ancha, su cintura recta y su cuerpo trabajado, con solo observarlo podrías sentir que tu alma volaría de tu pecho para poder acompañarlo, despertando tu necesidad de probar su veneno para saborear su eminente dulzura.   Él golpea sus dedos rítmicamente produciendo un leve sonido de armonía, revisa nuevamente su reloj la reservación en el restaurante es en exactamente 30 minutos, y algo que realmente detesta es la impuntualidad, sus cejas están fruncidas, esta espera se volvió desagradable, el aire cálido de finales de junio que sofocaba a todos con su extenuante calor parecía no existir dentro de este automóvil, el pobre conductor está punto de congelarse ante el frio que emana el cuerpo de su jefe, cuando parecía que lo eminentemente ocurriría, la puerta del coche de pronto fue abierta y una bella joven ingreso, su cabello largo se balanceo sobre su hombro por su brusco movimiento, su color era como la tinta, sus radiantes ojos de color avellanas con forma de almendra miraban al chico que estaba a centímetros de ella, su piel es blanca como la porcelana sin embargo sus mejillas tenían un leve color rojizo que fue producido por el acercamiento rápido a su prometido, sentía la respiración de él sobre ella, el dulce aroma de la menta dejo su mente en blanco, sin saberlo esta hermosa joven se ganó la admiración del chofer que estaba profundamente agradecido de que el frio por fin se disipara,  sin notarlo el rostro de su amado cambio 360 grados y fue adornado por una gran sonrisa.   Pov Alexa   Con verlo siento que mi mundo se detiene, su rostro tan cerca de mí, sentir su respiración es suficiente para darme cuenta que él es demasiado importante, desde que lo conocí sentí que mi corazón siempre le perteneció por completo a él, su sonrisa provoca que mis latidos se aceleren produciendo que me avergüence no quiero que él pueda escuchar el tambor que resuena dentro de mi pecho, disimuladamente palmeo mi cofre, respiro intentando relajarme. -¡Te extrañe!- Exclamo sumergiéndome entre sus fuertes brazos, una sonrisa se dibuja en mi boca. Él me envuelve suavemente entre sus fornidos brazos, a veces siento todo esto tan irreal me consiente como a una pequeña, esta escena la imagine una y otra vez en mi mente desde el momento que supe que él vendría por mí, lo extrañe muchísimo pero tenía miedo de molestarlo, evite llamarlo y valió la pena ya que estoy compartiendo este momento extraordinario juntos, pero como dicen todo lo bello se acaba y así  es, porque notó como el conductor de mí novio nos contempla, nuestros ojos se encuentran y él cambia su punto de visión, comienza a mirar hacia adelante, me percato de que sus orejas están teñidas de un leve rubor, siento como me invade la vergüenza, abrazo más fuerte a Al intentando desaparecer.                                                    *****   Sin saberlo esta joven no fue capaz de entender a su novio, no logró comprender realmente los sentimientos que surgían dentro de él, si tan solo lo hubiera observado con más atención, ella podría haber notado algo de lo que surgía en sus ojos, posiblemente hubiera descubierto el desagrado en su mirada, hubiera entendido que él no quería ser abrazado por ella, pero nada de eso ocurrió, ella confiaba ciegamente en él, creía que ellos eran feliz, que sus sentimientos eran los mismo, estaba completamente equivocada.                                                         Pasado   En el exclusivo barrio Jerónimos, sobre la calle Alcalá una prominente mansión que era notable en sobremanera con respecto a las demás, su bella estructura junto a sus elegantes colores volvían imposible ignorarla, a pesar de que casi todas sus luces estuvieran apagadas. Esta noche reinaba la tranquilidad, el silencio y el dulce sueño en esta villa, solo la particularidad gobernaba en una habitación con sus paredes color rosas, en la cama tamaño King podrías ver a dos pequeños que se susurraban en la oscuridad sumergidos entre sus cálidas sabanas, el invierno golpeó sin piedad en especial ahora que llegó el mes de febrero. La pequeña niña no dejaba de articular palabras, parecía que podría hablar hasta con las piedras en cuanto a el pequeño que la acompañaba solo respondía con unas pocas palabras, el monólogo que era interpretado por ella que parecía interminable, él solo deseaba cerrar sus pestañas, sentía que podría tener dolor de cabeza en cualquier momento, por su propio bien tenia que convencerla que se detuviera y así poder dormir antes que su cabeza estallara.       Pov' Alessandro   -Tenemos que dormir Alexa nuestros padres salieron a una cena importante, no es bueno para nosotros acompañarlos tan tarde por eso nos dejarían hoy- Me esfuerzo para que mis palabras suenen más amables, estoy cansado necesito dormir, la convenceré y podre hacerlo por fin-. Entiéndelo somos pequeños lo necesitamos. -Pero no tengo sueño, que tal si escapamos del cuarto y vamos a jugar al jardín, me encanta las estrellas, contemos las estrellas del cielo y comamos helado.- Me respondía esa mocosa que no había aprendido a callarse, aunque me gusta escuchar su voz además parece muy ilusionada, pero necesito descansar y eso es más importante que todo, así que ya cállate por favor. -No se puede, nuestros padres nos dijeron que tenemos que dormir, somos pequeños y debemos de obedecer. -No quiero dormir, es más divertido comer dulces y tengo hambre- Dice mientras intenta tapar su rostro con las mantas.   Estoy a punto de arrojará de la cama, ya no me gusta escucharla, me arrepiento de pensar que me agradaba escucharla, quiero que enmudezca.   -No, ¡TENEMOS QUE DORMIR, AHORA!- Cansado alzo mi tono de voz, soy un pequeño y tengo mis necesidades, además ya hace más de 40 minutos que seguimos hablando de lo mismo. -Pero de mucho hablar dio más hambre, no quiero dormir y no puedo dormir- Persistía ella, sin dudas mamá recordaré que me obligaste a dormir aquí, estoy muy enojado contigo, mañana hablaremos de esto es demasiado injusto. -Si te consigo un dulce, ¿Te duermes y te callas?- Pregunto derrotado, si nada funciona, siempre está la opción que no es la correcta, según papá no debemos tomar atajos, pero quiero que cierre su boca y ojos, padre si quieres culpar a alguien, culpa a tu esposa. -Si. -Respondió asegurando mientras movía repetitivamente con su cabeza en signo de aceptación. -Bien.   No dude un segundo ante su respuesta bajo corriendo la cama, reviso mi mochila y no esta, no puede ser, sigo buscándolo hasta que en un bolsillo escondido lo encuentro.   -¡Por fin!- Susurro.    Saco un pequeño dulce con forma de oso, y pienso, mamá sigo siendo un hombre eres cruel para que me hagas cargas estas cosas, suspiro nuevamente volviendo a la cama, entrego el dulce a la máquina de hablar, me acomodó nuevamente siento su comodidad junto a su calor, pero no bajo mi guardia, pacientemente espero que coma, luego por fin logro que ella se duerma. -Al fin- Articulo, pero tapó rápidamente mi boca, y la observo.   Qué bueno, ella no se despertó me sumerjo completamente entre mis sabanas.                                                              ******** Sin darse cuenta el pequeño también se durmió, ambos cayeron en un hermoso sueño mientras sus pequeñas manos estaban unidas, sujetadas fuertemente
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